La galería de Arte Baluarte de San Roque, espacio gestionado por la sociedad municipal Cádiz 2012, acoge a las 19.00 horas de este jueves, 4 de octubre, la inauguración de la exposición Las Grandes Batallas Navales. El cómic se hace a la mar, donde el cómic se convierte en testigo de la historia y nexo de unión entre diversas generaciones, logrando acercar a través del arte y de una forma lúdica acontecimientos del pasado como son las grandes contiendas marítimas.
La Batalla de Trafalgar, que tuvo lugar en las costas gaditanas, es la que inaugura esta serie de cómic de la editorial Norma, que también incluye volúmenes sobre las batallas de Jutlandia, Chesapeake, Tsushima, Lepanto y Hampton Roads. El belga Jean-Yves Delitte es el coordinador, guionista y, en algunos casos, dibujante de esta serie.
A través de paneles, reproducciones y de los propios volúmenes, la muestra se acerca a estos acontecimientos históricos con un profundo trabajo de documentación y reproducción. Permanecerá abierta al público hasta el próximo 15 de diciembre.
La elección de estas batallas no es casual, ya que todas ellas propiciaron importantes cambios en la historia y tuvieron consecuencias para ambos bandos. La colección no ahorra detalles de cómo eran las naves históricas y desde la editorial Norma se enorgullecen del valor pedagógico y divulgativo de la serie.
“El realista estilo de dibujo y el acertado uso del color nos envuelve en esos ambientes casi claustrofóbicos de los combates navales históricos: la angustia de moverse bajo la lluvia de astillas resultantes del impacto de una carronada en la amura de un buque de línea del siglo XVIII o la adrenalina de los abordajes tras las embestidas entre galeras mientras aprendemos sobre Lepanto”, subrayan desde la compañía editorial.
En cuanto a Trafalgar, la batalla que supuso la pérdida de la hegemonía naval hispano-francesa, señala que tiene un ritmo trepidante y, por su puesto, aparecen reflejadas en las viñetas la silueta de la ciudad, el puerto, las torres y los impresionantes navíos que podían verse desde el cantil del muelle.