Cuando se suma juventud, con conocimientos, difusión e investigación, sale un concentrado llamado ADIP que empezó a funcionar en 2014 y ya tiene muchísimos seguidores. Una asociación que lo que busca es divulgar el patrimonio de la provincia de Cádiz, que va a luchar porque se respete la normativa actual y se ponga en valor todo aquello que en cualquier otra ciudad sería objeto de desarrollo turístico.
Son cinco personas en una junta directiva que tiene seccionada sus funciones y que por el momento no ha puesto en marcha la figura del socio.
Se conocieron en la Universidad, mientras participaban en el Máster de Patrimonio y Estudios Hispánicos, como cuenta su presidente, Moisés Camacho. “Hemos llevado a cabo acciones en rutas o paseos solidarios, donde mostramos el patrimonio a cambio de un kilo de alimentos.
También llevamos a cabo investigaciones como el archivo de La Palma o celebramos el Día del Patrimonio que ya va a cumplir su tercer aniversario, intentando que abran todos los equipamientos que podamos visitar y que participen con nosotros instituciones y entidades”. Han recogido más de un millar de kilos de alimentos ese ha sido el único precio que han puesto a su iniciativa. Y quien participa con ellos de ese día acaba no sólo enamorado de Cádiz, sino completamente absorbido por su patrimonio.
Dentro de las labores que han desempeñado esta asociación está también su connotación reivindicativa, como jóvenes que son sus integrantes. Una manifestación a favor del patrimonio. “Somos unos de los únicos sitios donde hemos conseguido unir a la gente a favor del patrimonio”. Este hecho posibilitó, por ejemplo, que a día de hoy tengan voz, aunque no voto en la Comisión de Patrimonio, donde se abordan leyes como la autonómica del Patrimonio Histórico.
También tienen en su corto historial haber propiciado que “se acelerase la apertura del Teatro Romano. Recogimos 7.000 firmas que provocaron la reacción del consejero de Turismo”, afirma Camacho. Ahora, en su frente tienen la celebración del Tricentenario de la Casa de Contratación, que lidera la Diputación provincial de Cádiz y donde quieren colaborar para poner en valor el papel histórico de la capital gaditana.
Entre sus objetivos está intentar educar a la población, “concienciarla en los parámetros del patrimonio, que sepan valorar nuestra historia”. Primero trabajando a nivel local, y después proyectando hacia el exterior.
Cuando se les pregunta por Cádiz, ven más luces que sobras. “Es una de las ciudades que más patrimonio tiene, y además tiene dos ejes fundamentales que lo hace único: las torres mirador y las casas palacio del siglo XVIII y las murallas defensivas de la ciudad, que se llevaron heredadas a San Juan de Puerto Rico y Cartagena de Indias”, que por ejemplo es Patrimonio de la Humanidad desde 1984 por tratarse de una ciudad amurallada.
Y el patrimonio de Cádiz no se queda ahí: es “fenicia, romana, fue una ciudad realmente importante tras el Descubrimiento de América en 1492”. Pero “parece que no nos damos cuenta”.
Las sombras están en que “hay muy poco respeto a los considerados BIC en la ciudad, mucho caserío abandonado como son la Casa del Almirante, Valcárcel, Sagasta,1…”. Por ejemplo, hace años que se tramitó la solicitud de BIC para el Teatro Romano “y nadie sabe nada del expediente, nadie pregunta, nadie quiere saber por qué no es un BIC”.
La ciudad cuenta con patrimonio como es el Castillo de San Sebastián, donde se han hecho “obras que no han permitido ponerlo en valor. No se sabe nada de los restos templarios dentro del Templo de Kronos. “No hay información, no se abre al público, no se intenta posibilitar un desarrollo turístico que promocione la ciudad”, afirma este joven en relación con San Sebastián.
En su repaso por la ciudad, el presidente de ADIP habla ilusionado de proyectos como la puesta en marcha de un centro de visitas “espectacular” en el Barrio de El Pópulo: con el castillo, el teatro, la catedral vieja y la torre del Sagrario. Un castillo que a día de hoy está bajo tierra, y tiene encima una guardería infantil. En esta línea añade “que se soterre todo lo que se busca en Cádiz en lugar de ponerlo en valor. No tiene sentido y menos aún que restos romanos se expongan dentro del recinto interior de la Zona Franca. Que los columbarios romanos estén cerrados, no tiene razón de ser, que los restos de Erytheia de los jardines de Varela sirvan para las deposiciones de los perros, es penoso".
Estos jóvenes luchan por “preservar de alguna manera el mejor Casco Histórico del siglo XVIII y XIX del mundo. Tenemos que ir mirando hacia arriba para ser conscientes de lo que tenemos en Cádiz y no mirando al suelo y contando las baldosas”.
Las instituciones y el patrimonio
Moisés Camacho asegura que a las instituciones públicas “realmente les interesa muy poco el patrimonio, pero para eso estamos nosotros, para concienciarlos de la importancia que tiene”. No queremos que nos usen como arma arrojadiza para hacer política cuando unos están a favor o en contra de algún proyecto en un equipamiento.
“Somos profesionales. El patrimonio no es una cuestión de ideología política. Si un BIC debe estar abierto tiene que estarlo. Si pretenden una adaptación de un edificio histórico, tendremos que controlarlo. Si no se quieren sacar a la luz investigaciones, tendremos que hacer lo que esté en nuestra mano porque se conozca”. Las instituciones no ven “el patrimonio como fuente de ingresos, cuando es un desarrollo para la ciudad. No hay más que mirar Roma. Esta ciudad vive de su turismo cultural. Antes, la gente iba de viaje a Cancún y se quedaba en la playa. Ahora aprovecha y va a ver las ruinas de la ribera mayas.