En concreto, el año pasado el 78% de los accidentes mortales y de las víctimas se produjeron en este tipo de vías (murieron 1.706 personas en 1.499 accidentes), y la velocidad estuvo presente en un cuarto de estos siniestros, en los que perdieron la vida 502 personas.
A pesar de esta cifra tan elevada, el número de accidentes mortales y fallecidos en carretera convencional se ha reducido en casi un 50% respecto al 2003, según Tráfico que para reducir aún más esta cifra pone en marcha esta nueva campaña.
Y el punto de mira lo pone en estas carreteras convencionales, que disponen de un sólo carril para cada sentido de circulación, en las que se establecerán servicios de vigilancia en casi 2.000 tramos con los 264 radares móviles de que dispone la DGT.
Se pretende controlar la velocidad de cerca de un millón y medio de vehículos en los que se pisaría menos el acelerador si se tuviera en cuenta que si se redujera en un 5% la velocidad media de circulación descenderían un 20% los accidentes mortales.
Estos controles de velocidad irán acompañados de una campaña de concienciación que se realizará en los medios de comunicación y en la que se recuerda a los conductores que el exceso de velocidad es la principal causa de los accidentes mortales y heridos graves que se producen en carreteras secundarias.
No obstante, desde 2003, según datos de la DGT, el porcentaje de accidentes en los que se apreció velocidad inadecuada ha descendido tres puntos.
