Según ha recordado Cultura en un comunicado, este espacio forma parte de los BIC con tipología de Sitio Histórico incluidos en el expediente de El legado patrimonial de los lugares de las Cortes y la Constitución de 1812.   Este monumento es la última gran fortificación levantada para la defensa de la ciudad, que comenzó a erigirse en 1808. Según consta en dicho expediente, parece ser que en un primer momento, el Fuerte empezó a construirse “de forma espontánea, con la ayuda de voluntarios gaditanos que colaboraban así con la defensa de la ciudad”.   Si bien la Comisión Provincial de Patrimonio ha aprobado el proyecto, ha presentado dos objeciones que la dirección de obra deberá tener en cuenta: por un lado, tendrá que conservarse una de las torretas circulares para piezas de artillería antiaérea, mientras que las otras dos deberán quedar marcadas en el pavimento a modo de huella. Por otro lado, se evitará el empleo generalizado de malla de fibra de vidrio en los trabajos de consolidación de los lienzos.   El objeto del proyecto es “el embellecimiento de las murallas del Fuerte de la Cortadura, mediante actuaciones en los lienzos de sus murallas”. Así, se llevará a cabo la eliminación de la maleza, de las pintadas, y de los elementos modernos que hayan alterado “las líneas de remate originales del monumento”, entre otras actuaciones.