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Cádiz

Kichi, en su adiós: “Me gustaría ser recordado como un alcalde honrado, que tiene palabra”

El alcalde saliente de Cádiz confía en que la ciudad no caiga “en el letargo en el que los poderes conservadores la quieren sumir” y plantea recuperar la calle

  • Kichi, con el cuadro de Fermín Salvochea a su espalda en Alcaldía. -

José María González, Kichi, apura sus últimas horas como alcalde de la ciudad. Su salida, comprometida por la limitación de mandato de Adelante, no solo cierra una etapa personal, sino también política tras la mayoría absoluta del PP. Reivindicativo por la gestión de Gobierno durante ocho años, confía en que Cádiz, “que no es de derechas”, evite caer en “el letargo en el que los poderes conservadores nos quieren sumir”. 

A horas de dejar de ser alcalde, ¿cuáles son sus sensaciones?

–Se mezcla la gratitud y la dureza de estos ocho años. Es un orgullo enorme haber podido representar a Cádiz y un honor haber dirigido los designios de esta ciudad. Pero ha sido difícil a veces, cuando me decían por la calle a ver si arreglas las pensiones o hay que ver cómo está el hospital, porque no tienes la llave de todo.

¿Cómo le gustaría que le recordaran como alcalde?

–Hemos intentado construir desde el principio la idea con la me gustaría ser recordado de una persona, de un alcalde honrado, que dijo que venía a estar ocho años y a no enriquecerse de la política y ha estado ocho años y no se ha enriquecido de la política, que sí tiene palabra, que no va a usar la política como ascensor social. Independientemente de lo que hubiese pasado en las elecciones, mi ciclo personal terminaba. 

¿Qué ha sido lo peor y lo mejor?

–Lo más malo ha sido, sin duda, el Covid, un momento muy duro para la ciudadanía, de miedo, de incertidumbre, no sabíamos hacia donde caminábamos. Bueno ha habido mucho, pero de las cosas más bonitas es la posibilidad de hacer a pulmón promociones de viviendas que solucionaban situaciones familiares. Me quedo con la mirada de la gente cuando entregas unas llaves.

Si estoy en la lista, lo haré acompañando a los primeros nombres, pero nunca con la pretensión de ocupar un escaño en el Congreso”

Después de ocho años como alcalde y vistos los resultados del 28M, ¿Cádiz es de derechas o de izquierdas?

–(Ríe). No creo que Cádiz sea de derechas, nunca lo fue. Cádiz ha sido siempre una ciudad contestataria, reivindicativa, en el el siglo XIX, en el XX, con la crisis de astilleros. Lo que ha pasado ahora es el cierre de un ciclo político que se inicia con el 15M, con la indignación, y que está marcado por un discurso que trasciende lo municipal. Cuando escuchas hablar al pescadero de tu barrio de lo de Bildu, de la okupación, que en Cádiz no se da, te das cuenta de que quien gana las elecciones son todas esas voces conservadoras que martillean permanentemente a la gente. Confío en que Cádiz recupere la senda del progresismo, porque es una ciudad de gente humilde, gente de bien, que espero que no sea víctima del letargo en el que los poderes conservadores nos pretenden sumir.

¿Les ha afectado la ruptura con Podemos?

–La decisión de Podemos de presentarse en solitario, que viene de la dirección central, ha hecho decantar la balanza por muy pocos votos para que Bruno (García) sea alcalde. Nos restan apenas 700 u 800 votos para poder habernos entendido con el PSOE.

¿Y su figura, su papel como Kichi?

–En 2015 y 2019, mi persona tiene un papel muy relevante. Pero el proyecto siempre ha sido colectivo. No ganar las elecciones tiene que ver con que no haya concurrido y supongo que hay un desgaste por estar en primera línea. Creo que deberíamos haber disputado más el relato de la gestión de estos ocho años y no regalárselo únicamente a determinadas voces que hablaban solo de lo malo. Hemos tenido determinados problemas para que a la hora del almuerzo se hablase de lo que hemos conseguido, que no es poco. Hemos transformado una ciudad que iba a la deriva en 2015 y que ahora tiene un rumbo.

Las Ana Rosas, ETA, poner un geranio en el balcón contra el cambio climático ha calado más que los retos de la izquierda en la ciudad”

¿Ha estado el debate ideológico por encima de la gestión?

–Absolutamente. Los candidatos han pintado menos que nunca. Las Ana Rosas, ETA, poner un geranio en el balcón para combatir el cambio climático... han calado mucho más que los retos que ha encarado la izquierda desde Cádiz.

¿Es David de la Cruz el candidato a largo plazo?

–Ahora mismo es el líder de Adelante Izquierda Gaditana. Tendremos que analizar el tablero político. Pero estoy absolutamente convencido de que hará en estos cuatro años una oposición leal con la ciudad, cosa que no hemos tenido nunca, constructiva, aunque feroz contra el rodillo de la derecha.

¿Van a volver a tomar la calle?

–Me falta perspectiva para analizar errores, pero es posible que sea necesario recuperar el pulso en las calles. Tal vez tendríamos que haber estado más. Es interesante analizar también las nuevas variables que tiene el ciclo político, no abandonar los piquetes, pero ser imaginativos para construir masa crítica.

¿Resulta fácil sentarse en el mismo banco con compañeros del grupo municipal que integran ahora Sumar?

–Para nosotros es lo natural, lo habitual, desde 2015, cuando construimos ese ecosistema en el que uno se reconoce desde la diferencia. Eso es muy sano. Lo que no suma, lo que no gusta realmente, es cuando la diferencia viene marcada por las cuotas, los sillones y los órdenes en la lista. Lo que nos parece maravilloso es que los proyectos, siendo diferentes, se puedan complementar.

No hay que abandonar los piquetes, la calle, pero hay que ser imaginativos para construir masa crítica en este nuevo ciclo político”

El Gobierno servía de pegamento. ¿Resistirá la coalición el paso por la oposición?

–Entiendo que sí, nos conjuramos en torno a Cádiz, que es el pegamento de verdad.

Han hecho balance. Pero me gustaría que valorara que Bruno García gobernará estos meses con su presupuesto.

–Es un buen presupuesto para encarar el año. En noviembre o diciembre, no va a tener ningún problema, se pondrá con el nuevo con sus prioridades. No me parece mala idea.

Adelante encara la confección de la lista para las elecciones del 23J. ¿Tiene interés en formar parte de esa candidatura?

–Tengo interés en que tengamos una voz andaluza en el Congreso de los Diputados porque en esta legislatura se ha hablado cuatro veces de Andalucía con 61 diputados andaluces. Adelante puede garantizar que, si tenemos voz en el Congreso, se va a hablar en clave andaluza de presupuestos e inversiones. Yo soy un dispositivo para mi partido, pero me he encargado de dejar muy claro que mi faceta pública e institucional empieza y termina en la ciudad de Cádiz, por ella he trabajado y a ella me debo. Ahora toca un nuevo rumbo, recuperar la profesión, porque afortunadamente hay políticos que sí tenemos a donde volver, y si estoy en la lista lo haré acompañando y mostrando mi apoyo a los primeros nombres, pero nunca con la pretensión de ocupar un escaño en el Congreso.

Voy a recuperar aficiones, pero volver al Falla no es prioridad, aunque hacer un romancero con ‘la Tere’ estaría bien”

¿Es más difícil el aula o el Pleno?

–(Ríe). A veces, después del recreo o a última hora, te puedo asegurar que es mucho más difícil una clase. Aunque tengo ganas de retomar esa faceta de mi vida. Me he enamorado de ser alcalde, pero mi trabajo es algo que también me apasiona, me hace ilusión volver.

Y tendrá ganas de descansar...

–Estos ocho años no han tenido tregua, han sido duros, sacrificas cuidados, amigos y familia, a ti mismo. Voy a tener más tiempo para conectar todo lo que he aprendido con mi vida futura y recuperar viejas aficiones como leer una novela sin hacerlo a trompicones, aunque criando cuatro niños es difícil (ríe).

¿Y el Carnaval?

–No está entre mis prioridades, al menos, volver al Falla porque requiere un nivel de sacrificio que no estor dispuesto a dar. Pero a lo mejor hacer un romancero con la Tere estaría bien.

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