El Gobierno y el PP se acusan de impedir el pacto educativo

El Gobierno y el PP se culparon ayer recíprocamente de que no se haya llegado a un Pacto de Estado por la Educación debido a intereses políticos, entre otros, mientras que sectores de la comunidad educativa aún ven la posibilidad de que conseguir algún acuerdo de mejora educativa.

Las reacciones a la decisión del PP, anunciada el jueves, de no respaldar la propuesta definitiva de Pacto Social y Político por la Educación continuaron ayer en ambientes políticos y sociales.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, opinó que el PP demuestra intransigencia, ansiedad, “voracidad electoral” y un deseo de anteponer intereses “claramente partidarios” a los de España al rechazar pactos de Estado como el de educación.

“Sinceramente, pienso que no había diferencias insalvables, no las había”, subrayó la portavoz en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, en referencia a los motivos por los que el PP decidió no apoyar.

Según la vicepresidenta primera, lo razonable en esto, como en los asuntos económicos, que son “temas de Estado” en momentos de crisis, es que los partidos aparquen diferencias y recelos.

Los ciudadanos lo van a valorar, ha augurado Fernández de la Vega, y “no en forma positiva” para el PP. En términos similares, el sindicato CCOO cree que se ha perdido una oportunidad histórica de estabilidad financiera y normativa del sistema educativo porque el principal partido de la oposición está “más interesado en la dinámica electoralista que en arrimar el hombro”.

Por el contrario, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, responsabilizó al Gobierno del fracaso del pacto, pues pretendía que todo siguiera igual, “cuando lo que hace falta es cambiar el modelo” educativo. Su compañero Javier Arenas, vicesecretario de Política Territorial, dijo que a los socialistas siempre les pasa lo mismo con la educación: consideran que es “algo político, ideológico, y, al final, así es imposible llegar a acuerdos”.

El PSOE, según Arenas, “no ha tenido nunca la voluntad real de pactar la reforma” educativa y sería un “profundo error” que ésta se plantee sin un consenso amplio, lo que implica contar con el PP. En las negociaciones del pacto “ha seguido la tradición del PSOE de no aprobar ni una propuesta del PP; él sabrá qué hipotecas tiene”, remató el portavoz de Educación del PP en el Congreso, Juan Antonio Gómez Trinidad.

El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, ha opinado que el Gobierno ha vuelto a caer en la “trampa” de intentar llegar a acuerdos con el PP, que ha dado un “portazo” al pacto a pesar del “giro a la derecha” que el Ejecutivo ha dado para intentar lograrlo.

La presidenta de CC, Claudina Morales, lamentó que no se haya alcanzado el pacto y tiende la mano al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, para continuar el diálogo.

CiU, que aún no se había pronunciado, constató que comienza un nuevo escenario, que ya no es el de un Pacto de Estado, así que tendrá que analizar la situación antes de tomar posición, según fuentes parlamentarias de esta formación.

Entre otras voces de la comunidad educativa, la presidenta del Consejo Escolar del Estado, Carmen Maestro, confió en que, a pesar de todo, el rechazo del PP “sea transitorio, no definitivo”.

Patronales (FERE-CECA, EyG y CECE) y sindicatos (FSIE y USO) de la enseñanza privada concertada esperan que el Gobierno y las autonomías tengan la voluntad política necesaria para alcanzar “acuerdos de mejora” de aspectos educativos concretos, con los recursos necesarios y participación de la comunidad educativa.

El sindicato de profesorado ANPE ha reconocido que estaba a punto de firmar el documento propuesto para el pacto si hubiera contado con el oportuno apoyo político.