Desde Mickey y Minnie Mouse en el parque temático de Disneyland, a los tranvías que transitan el norte de la vieja Isla de Hong Kong, soportales, centros comerciales, todo y todos parecen estar listos para dar la bienvenida al año del tigre, animal que toma el relevo al terrenal buey y que precede al mítico dragón en el horóscopo chino.
El año que comenzará el 14 de febrero, y que algunos maestros del “fung shui” dibujan con muchos blancos y negros pero con poca gama de grises, promete acción en el campo político y en los tribunales.
El imperio del buey ha sido testigo de la dimisión de cinco diputados del campo pro demócrata hongkonés.
Un pulso al gobierno local y a Pekín para hacer avanzar, sin dilación, la incompleta democracia local hacia una de corte occidental.
Las elecciones parciales para rellenar los escaños vacantes (que los pro demócratas esperan recuperar con los mismos legisladores) ya ha hecho afilar muchas lenguas y plumas de miembros del gobierno, partidos afines a éste.