El presidente de la Asociación de Vecinos Los Corrales, Ángel Ocaña, está indignado con la posibilidad de que el parque eólico marino que impulsa la empresa Bahía de Plata Real State 2017 S. L. instale 18 generadores que serían visibles desde la barriada de la Paz en lo que considera un auténtico despropósito paisajístico.
Daniel López Marijuán, portavoz de Ecologistas en Acción, resta importancia al impacto en este sentido, señalando que el fotomontaje que circula es exagerado, pero sí coincide con Ocaña en la afección medioambiental, dado que interfiere en el paso migratorio de aves en peligro de extinción como la pardela balear. Sin embargo, no entra en conflicto con otras actividades, como la pesca, la navegación marítima o la servidumbre militar, pese a ubicarse a solo seis kilómetros de Rota y cinco de la playa de La Caleta, en Cádiz.
“La empresa ha aprovechado una laguna legal” para dibujar el proyecto en un pasillo donde la competencia en primera instancia para seguir adelante lo tiene la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz (APBC), pero advierte de que la última palabra la tiene el Estado.
Teófila Martínez ha confirmado este extremo, insistiendo que la APBC, de la que es presidenta, se limita a tramitar la solicitud. En declaraciones a 7TV Cádiz, ha eludido entrar en polémica con el alcalde, José María González, Kichi, que acusó a Martínez de falta de transparencia, pero sí ha remarcado que el Ayuntamiento, así como otra docena de instituciones, estaban al tanto del proyecto. En lo que sí coincide con Kichi es en que si ella tuviera el bastón de mando de la ciudad, de Rota o Puerto Real, no apoyaría la iniciativa. Para López Marijuán, no tiene futuro. En este sentido, cuestiona la capacidad de la empresa, tanto financiera como tecnológica, y advierte de un movimiento especulativo para la venta de licencia.
El director técnico de la Asociación Empresarial Eólica, Tomás Romagosa, que ha mantenido recientemente una reunión con los responsables de Abei Energy, empresa matriz, que impulsa el proyecto, asegura, por el contrario, que es una firma “potente” que, sin embargo, acusa la falta de experiencia de las administraciones para tramitar solicitudes de este tipo. Asimismo, ha lamentado el alarmismo creado. Y, aunque comprende que se produzca el efecto nimby (“not in my back yard”, no en mi patio trasero”), este tipo de instalaciones reportan a la larga más beneficios que perjuicios.