Agentes de Policía Nacional han detenido en Cádiz capital a un hombre de 55 años de edad como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. El detenido es un viejo conocido de la policía con numerosas detenciones por tráfico de drogas, siendo la más reciente en abril de 2021, el cual no ha cesado en continuar en la venta a pequeña escala de cocaína y heroína en los alrededores de su vivienda sita en la avenida Andalucía.
Los investigadores de la UDYCO seguían realizando vigilancias sobre el detenido debido a que tras su última detención en abril de 2021 había continuado con su
modus viviendi dedicándose a la venta de rebujito y dándose la Los agentes de la udyco tenian sus miras puestas en él desde hace tiempo, puesto circunstancia de que vive en un edifico que se ubica justo frente a la Comisaría Provincial, por lo que los agentes se cruzan a diario con él.
El investigado era conocedor que era objetivo de la Policía Nacional ya que no le iban a permitir que se venda droga a escasos metros de la puerta de Comisaría. Sabedor de ello, extremó las medidas de seguridad y se mostró mucho más escurridizo que en anteriores ocasiones, logrando eludir algunos seguimientos de los investigadores de la UDYCO, modificando continuamente sus rutinas y los lugares de contacto con sus clientes.
Así pues, a pesar de la complejidad de la actuación, los investigadores recabaron indicios y pruebas que incriminaban al encartado que finalizó con su detención al ser sorprendido “
in fraganti” cuando realizaba una transacción de droga. En el momento de la detención, los agentes descubrieron que el investigado ocultaba “las papelinas” de rebujito en los tres anillos que portaba. Los anillos estaban huecos en su interior, dejando libre una pequeña cavidad dentro de la cual ocultaba las dosis de droga que iba repartiendo. En total se intervinieron 10 dosis de rebujito y 2 de cocaína.
Este “método” de ocultación resultó novedoso para los investigadores de la UDYCO ya que nunca se habían encontrado anillos de este tipo, al parecer preparados para ocultar pequeños efectos en su interior, los cuales hubieran pasado desapercibidos de no ser por la experiencia que los agentes de la unidad antidroga acumulan en este tipo de intervenciones y los exhaustivos cacheos a los que someten a sus detenidos.