Cádiz capital contaba este lunes con 217 casos activos de coronavirus. En el Hospital Puerta del Mar, las dos unidades destinadas a atender a pacientes con Covid, con medio centenar de plazas reservadas, solo tenían dos ocupadas con positivos confirmados y otras cuatro con pacientes sospechosos. La tasa de incidencia se situó en 43,3 infectados por cada 100.000 habitantes y, aunque en una semana es muy probable que se incremente en diez puntos, dada la tasa a siete días, según indica Juan Antonio Córdoba, miembro del Grupo para la Investigación en Salud Pública de Cádiz (Gispca), “la curva progresa de manera mucho menos pronunciada que en las cinco olas registradas en el último año y medio”. La situación no es preocupante, apunta. Pero, entonces, ¿por qué han saltado todas las alarmas?
Las declaraciones del consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, anunciando que la Administración autonómica volverá a reunir al comité de expertos para valorar la situación ha sido el detonante. Las denuncias sindicales han subido de decibelios las alertas. Ayer, el responsable de Sanidad de CSIF Cádiz, Alberto Puyana, reclamaba en una entrevista con Ana Huguet en 7TV recuperar medidas restrictivas para poner freno a los contagios. CGT y Autonomía Obrera, por su parte, pedían a la población que “supriman de una vez la falsa idea de superación absoluta de la pandemia” y, a la Junta, que en lugar de “autoalabanza” de su gestión llame a la prudencia y controle las grandes celebraciones colectivas que no sean seguras.
José Martínez Caño, delegado de Autonomía Obrera en el hospital gaditano, admitió que no habrá un número grave de hospitalizados por la vacunación, pero muestra su preocupación por la falta de personal sanitario ante una oleada de casos leves que precisen, no obstante, atención primaria. “Tras el despido de 8.000 efectivos en Andalucía, o la Junta rectifica o cuando tenga que contratar nos habrá cogido el toro”, advierte.