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La realidad del postparto

Ser madre es lo más maravilloso de mi vida, tener a mis hijos y a mi familia es la mejor decisión que pude tomar junto a mi marido

Publicado: 15/07/2024 ·
18:32
· Actualizado: 15/07/2024 · 18:32
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En mi vida había oído hablar del suelo pélvico hasta que me quedé embarazada (imagino que al 80 % de las mujeres nos habrá pasado lo mismo), aunque ahora con tanto vídeo por redes es más común escuchar “el suelo pélvico en embarazadas”.

Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, me di un lote de leer libros alucinantes, primero porque me gusta leer y segundo porque me da tranquilidad leer sobre algo que desconocía por completo, aunque debo decir que un libro, lógicamente, no te da la capacidad de criar, educar y enseñar.

Además de leer, no falté nunca a una clase de preparto, ni a una cita médica (lógicamente). Inclusive, estuve en pilates para embarazadas para aprender a respirar, controlar el dolor, aprender ciertas posturas que te diría que me sirvieron, pero en el día de mis partos únicamente me centraba en el dolor ¡mamma mia! También me uní, gracias a mi marido, al grupo de regazo para madres lactantes.

Ser madre es lo más maravilloso de mi vida, tener a mis hijos y a mi familia es la mejor decisión que pude tomar junto a mi marido. Pero, siendo realistas, para mi cuerpo, tras los partos, sigue siendo (tras casi cinco años del primer parto) una auténtica odisea.

Aquella persona que esté leyendo esto y vaya a ser mamá ¡has tomado una buena decisión!, pero…

1. El parto únicamente es el principio de todo (lógicamente). Tras 48 horas de hospital, nos vamos a casa con miedos, incertidumbre y la felicidad más grande de tu vida, pero…

2. Llega el postparto y con ello la locura de las hormonas, los cambios de humor, la falta o exceso de apetito sexual, dolores intensos, hemorroides, sangrado, hinchazón, kilos que se agarran a tu cuerpo y no te quieren soltar... Y no, el postparto no dura 40 días.

3. Las visitas recién dada a luz deberían estar PROHIBIDAS por mucho que nos quieran. Acabamos de llegar a casa, déjanos hacernos sentir como familia.

4. Y aquí llega el plato fuerte: ¡el famoso suelo pélvico!

El suelo pélvico es un grupo de músculos, ligamentos y tejido conectivo que cierra la parte inferior de la pelvis. Su función principal es dar soporte a los órganos, incluyendo la vejiga, el útero (en las mujeres) y el recto. Además, juega un papel fundamental en la continencia urinaria, de gases y fecal, también en la estabilidad del tronco y la función sexual. Os juro que no me imaginé que tuviese tantísima importancia en mi día a día, a pesar de escucharlo tanto durante los nueve meses.

Tras casi cinco años de mi primer parto, vivo acompañada por un salvaslip, no puedo reírme a carcajadas sin cruzar las piernas, ni correr rápido, ni gritar gol en un partido, ni toser y, mucho menos, saltar a la comba en crossfit porque la realidad es que acabas completamente embadurnada en pis. Y luego está la estabilidad de la función sexual, que eso ya es otro tema.

Ser madre es lo mejor del mundo, pero deben explicarnos la cruda realidad. Nuestro cuerpo siente y nuestra mente sufre porque nunca volverás a ser la misma mujer que antes, y eso deberían hacérnoslo saber porque nuestra conciencia, una vez que damos a luz, es únicamente amamantar, criar, educar y ser la mejor persona que nuestros hijos e hijas merecen.

A vosotros, gracias por darme el honor de ser vuestra madre porque eso repara todo lo que mi cuerpo padece para intentar recomponerse. PACIENCIA.

Y mi mente sana con cada uno de vuestros “te quiero”, abrazos y besos.

Os ama mamá. 

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