La cuenta atrás para que el próximo 17 de julio expire el acuerdo pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos está desencadenando reacciones de preocupación, pues crecen la probabilidades de que la fecha llegue sin un convenio nuevo, y tengan que salir del caladero los barcos españoles.
Considerado el pacto pesquero de mayor importancia política para España, ofrece permisos para 138 buques de la UE, de los que 93 son españoles, y su fecha de caducidad, después de cuatro años de duración, se acerca con pocas perspectivas de que se renueve, según ha reconocido el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Si para julio no se ha conseguido un nuevo convenio, la flota deberá abandonar el caladero; si se logra posteriormente, hará falta un proceso de tramitación hasta que sea ratificado por ambas partes, con lo que es muy previsible que se produzca la temida interrupción.
El convenio está además en entredicho desde 2021, cuando el Tribunal de Justicia de la UE sentenció que no había tenido en cuenta en su negociación al Frente Polisario o los intereses del Sáhara Occidental, en cuyas costas están las pesquerías de las que se beneficia la flota comunitaria.
Los jueces comunitarios deben dictaminar de nuevo sobre el acuerdo, ya que la parte europea impugnó la sentencia de 2021, contraria también a otro acuerdo con Rabat, el de asociación, que afecta al comercio agroalimentario, de productos como los tomates.
Las negociaciones para la renovación del acuerdo pesquero corresponden a Marruecos y, por la parte comunitaria, a la Comisión Europea (CE) en nombre de los 27 países.
El Gobierno español y de otros países interesados siguen de cerca las discusiones pero no están en la mesa de negociación.
ANDALUCÍA, CANARIAS Y GALICIA, LAS FLOTAS BENEFICIADAS
El acuerdo con Marruecos beneficia sobre todo a barcos de Andalucía, de Canarias y de Galicia.
Por categorías, supone posibilidades para 22 cerqueros 25 palangreros de fondo de pesca artesanal en el norte, 10 barcos de pesca artesanal en el sur, 12 de pesca demersal y 23 cañeros atuneros.
A cambio del acceso de la flota, Marruecos recibe una contrapartida económica de 50 millones de euros anuales, incluyendo el apoyo sectorial y el canon que pagan los armadores, de alrededor de 12 millones.
Aparte de España, se benefician también del pacto los buques de Lituania y de Países Bajos, dedicados tradicionalmente a la pesca de especies pelágicas (boquerón, anchoa o arenque) para la fabricación de harinas.
Cuando se habla de licencias no significa que automáticamente todas se utilicen, pero es un dígito simbólico y significativo, y además en un contexto en el que los recursos pesqueros mundiales y las zonas de faena son limitados.
IMPORTANCIA Y ANTECEDENTES DE INTERRUPCIÓN DEL ACUERDO
La importancia del acuerdo va más allá del alto valor económico y social para la flota afectada, y su rumbo ha tenido implicaciones diplomáticas y políticas para España y para la UE.
También existen antecedentes de otros protocolos del acuerdo que se paralizaron, con el consiguiente retorno de los barcos del caladero marroquí y consecuencias duras para la flota española impactada.
De hecho, el actual protocolo se empezó a aplicar en 2019, un año después de que en julio de 2018 lo consiguieran cerrar los negociadores comunitarios y marroquíes.
Entre esos acuerdos y desacuerdos entre europeos y marroquíes destaca también la suspensión entre 1999 y 2007 del protocolo, que obligó a imponer un plan de reconversión a la flota española.
