El Arcos concluyó su primera vuelta de la fase inicial de grupos de Tercera División empatando a cero goles en casa frente al Conil, la séptima ocasión en nueve jornadas que los de Bolli se quedaron sin marcar, lo que denota a las claras las carencias ofensivas de los arcenses hasta día de hoy. Es, por tanto, un buen momento de hacer balance con el entrenador chiclanero del Arcos C.F., una vez concluida la primera vuelta de la competición. “Hemos ido de más a menos. En los primeros cuatro partidos sumamos siete puntos y en los cinco restantes solo uno”, resume el técnico.
Los números no llaman a engaño. Las cifras hablan por sí mismas de las dificultades que padece el conjunto arcense para batir la portería contraria. “Somos el equipo que menos goles ha marcado, solo tres. Son pocos tantos y, además, en los cinco últimos encuentros no lo hemos hecho. Es verdad que ante la Lebrijana fallamos un penalti y dimos un palo y en otros encuentros hemos gozado de varias ocasiones, pero somos el equipo menos realizador”, admite sin tapujos el técnico del Arcos, reconociendo que es una faceta en la que “tenemos que mejorar. En el plano defensivo nos han metido ocho goles, de los que uno no fue (el primero frente a la Lebrijana), uno de penalti ante el Cabecense, otro en propia puerta... Con todo y con eso, al Xerez CD le han marcado seis, al Ceuta siete, etc., lo que indica que no estamos mal atrás y que donde hay que mejorar los guarismos es en ataque”, reconoce Bolli.
La pregunta que sobrevuela es si se deberían reforzar algunas líneas del equipo para potenciar el rendimiento general. “Yo siempre he buscado la mejor respuesta de mis jugadores y no me he quedado inmóvil, sino que he introducido cambios para tratar de mejorar los resultados y tampoco he estado sujeto a un sistema predeterminado o a una idea prefijada. Hemos comprobado lo que había que retocar y se ha hecho, incluso con el dibujo táctico, pasando a jugar con tres centrales. Salvo Pablo Barroso, todos los demás futbolistas han jugado. Algunos, todos los minutos (Lebrón, Javi Rodríguez y Maqui) y otros muy poco, como Iván Olmo, que ha estado lesionado. Menos en la portería, hemos utilizado a todo el mundo buscando soluciones en lo que tenemos”.
La plantilla arcense está integrada por 20 jugadores, quedando dos fichas libres. “Estamos moviéndonos y tratando de cubrir las dos plazas libres, pero aún no tenemos claro lo que queremos y necesitamos, ni contamos con unos medios como para hacer locuras, pero estamos en ello”. Y Bolli, ¿está a gusto en el club? ¿es lo que él esperaba al llegar al entonces llamado Antonio Barbadillo? Veamos. “Yo estoy contento con los jugadores y los voy a defender a muerte. Me limito a entrenarlos y trabajar duro en contacto con la parcela deportiva. Queremos hacer un par de fichajes para reforzar el centro del campo ya que Maqui no es medio centro específico, aunque su rendimiento está siendo sobresaliente. De hecho, ha jugado los 810 minutos posibles. También queremos algo para las bandas, pero no nos podemos volver locos porque, económicamente, no estamos boyantes por las causas que todo conocemos (sin taquilla ni cantina). Se trata de cubrir las dos fichas libres con gente que venga a mejorar y paliar los posibles defectos que tengamos”.
Bolli está asumiendo las limitaciones económicas de su club con una gran comprensión y mejor talante, sin sacar los pies del tiesto. “Me limito a buscar soluciones a los problemas que tenemos y no suelo quejarme apenas. Eso te lo pueden decir en el club”, despeja Bolli con contundencia, que ve lo que queda de liga con tranquilidad. “Los tres de arriba son los esperados y los demás estamos muy igualados, y no lo digo por quedar bien, es la realidad. Entre nosotros (9º) y Los Barrios (4º) hay solo cuatro puntos de diferencia. La liga va a estar muy competida, dura y difícil y espero que el equipo vaya a más y se refuerce. No va a ser fácil para nadie. El equipo está bien y no tengo ninguna queja, al contrario, porque la motivación y predisposición de la gente son buenísimas y no creo que haya que echarle en cara a los chavales mala actitud en los partidos. Puede que haya habido fallos de concentración a la hora de ejecutar determinadas acciones, pero ese el pago que tienes que asumir cuando el equipo es joven y muchos de sus jugadores están debutando en la categoría, algo que sabíamos de antemano, que la liga iba a ser muy exigente”.
Las relaciones del técnico con la directiva también es un capítulo interesante de la estancia de José Heredia Alba en el club serrano y que él se presta a explicar sin ambages. “Un club lo forman dos equipos, uno del campo hacia dentro y otro del campo hacia fuera. La directiva está cumpliendo con los pagos cuando llega el día diez de cada mes y las carencias que hayamos podido tener y que yo les he transmitido a Javi Guerrero (secretario técnico) como la persona que encabeza la dirección deportiva o al propio Isaac Silva, que también forma parte de ella, las han asumido perfectamente. Sabemos lo que le falta al equipo y estamos en proceso de solucionarlo. En cuanto a la directiva, a uno lo contratan para ganar partidos y conseguir buenos resultados. En ese aspecto, te puedo decir que la relación es bastante buena y que me encantaría que los resultados fuesen otros porque estoy muy contento en el Arcos, tanto con los jugadores como con el entorno y la directiva, y voy a echar el resto para que esto salga bien. Sé que no va a ser fácil, pero salir bien significa mantener la categoría una temporada más”, explica Bolli, que ve con optimismo el regreso de los aficionados a las gradas, algo que considera muy positivo tanto para los jugadores como para la supervivencia económica del club en estos tiempos tan turbulentos. “Siempre será más beneficiosa que perjudicial la presencia de espectadores en el estadio, aunque haya algunos que protesten o se enfaden con el equipo. Eso es y será siempre así. Lo importante es que la vuelta del público repercuta en las arcas del club y que no haya distinciones entre unos equipos con público y otros no”, concluye el entrenador del Arcos, un técnico con los pies en suelo que se enfrenta al apasionante reto de lograr los objetivos que le ha marcado su junta directiva en una temporada de lo más incierta y extraña.