No sé a ustedes, pero a mí me parece mentira que ya estemos en verano. Llámenme raro, pero me ha costado creérmelo. Veo aún muy cercano aquel mes de marzo en el que se decretó el Estado de Alarma y nos tuvimos que recluir en nuestras casas, cual osos pardos en hibernación. Un largo sueño (o pesadilla más bien) del que fuimos despertando poco a poco, estirando las piernas, acostumbrando la vista a los espacios largos, sintiendo la luz del sol y recibiendo en cortos paseos a la primavera. Ahora, al fin, hemos entrado en la época estival, y anhelamos regresar a los veranos pasados de playas, fiestas, verbenas, vacaciones, etc. Pero el guion de la película ha cambiado y este verano será algo diferente a los demás. Aún así, tenemos que seguir con nuestras vidas;trabajando, viajando, divirtiéndonos, pero todo con mucha precaución, usando la mascarilla cuando sea necesario y manteniendo, siempre que nos sea posible las distancias estipuladas.
La juventud, imparable y con ganas de disfrutar, pide sus espacios de ocio, y los que ya tenemos una edad, recordamos, no sin cierta melancolía, aquella época de las famosas “Carpas de verano”. ¿Recuerdan aquellas noches veraniegas tan mágicas en el recinto ferial?Con conciertos de artistas de primer orden y variados estilos musicales, como El Barrio, King África, Ecos del Rocío o El Bicho. En aquellas carpas se daban cita personas de todas las edades, todos tenían su espacio y su diversión en un ambiente festivo y sano. Me pregunto si no sería factible organizar algo como aquello, que reúna en un mismo punto gentes de todos los gustos y rangos de edad, respetando las normas de seguridad pertinentes, claro está.
El otro día estuve comentando este mismo tema con mi buen amigo Miguel Ángel Ortega. Me habló de sus recuerdos en las carpas, cuando siendo un niño iba con su familia. He podido comprobar que son muchas las personas que recuerdan aquello con mucho cariño, y todas echan en falta un proyecto así en los tiempos actuales. La gente necesita trabajo, cómo no (los planes de empleo han sido tema recurrente entre los arcenses en estos días),pero también se merecen diversión y distracción para, aunque sea una noche a la semana, desconectar de todo lo que hemos vivido estos meses atrás, del letargo invernal, ese mal sueño de virus, muerte y confinamiento.¿No creen que sería una buena idea?