Entre las buenas iniciativas que se han podido ver en este tiempo de pandemia, una de ellas la han protagonizado dos futbolistas arcenses, David Hinojosa y Verónica Canto, que han llevado a cabo una campaña de recogida y donación de alimentos a las personas y familias más apuradas en estos momentos.
La idea corrió a cargo al alimón, aunque bien es verdad que a David se le vino a la cabeza la posibilidad al comprobar en las redes sociales que un club de Tercera División, el C.D. Utrera, había solicitado la colaboración a diversas empresas de su entorno para que aportasen, cada una en la medida de sus posibilidades, cualquier producto que pudiese paliar la carestía de los habitantes más necesitados de aquella localidad sevillana.
La idea fue captada por David Hinojosa, con el que contactó Verónica para dar forma al proyecto solidario. A partir de ahí, cada uno puso 50 euros de su bolsillo para adquirir alimentos para ayudar a otras personas. Para que el material reunido pudiese llegar a los receptores, David y Vero solicitaron a la Policía Local la distribución, que iría destinada a dos organizaciones con una dilatada experiencia en este tipo de proyectos como son el Banco de Alimentos Cruz Roja de Arcos y Cáritas Parroquial María Auxiliadora del Barrio Bajo. “La idea no era la de ir recogiendo donaciones de unos y de otros, sino la de concienciar y animar a los vecinos para que también sintieran el mismo impulso que nosotros y diesen lo que cada uno pudiera”, explica el jugador arcense del Burgos Promesas, pieza clave en el ascenso a Segunda B del Cádiz B la pasada temporada. Él era partidario de hacer la donación de forma anónima para evitar la difusión de un gesto sincero y privado, que al darse a conocer podía perder casi todo su sentido altruista y desinteresado, “pero si la publicación de Vero podía servir para incentivar a los demás, pues mejor que mejor”, admite el futbolista.
Por su parte, Verónica Canto se sintió muy reconfortada al ver la rápida respuesta de varios donantes, que pusieron 100 euros cada uno al conocer la iniciativa, que subió a 250 euros con celeridad. “Al ser Semana Santa, Cruz Roja no abría su sede y lo llevamos todo a la Policía Local, que se encargó de repartirlo. Ha sido una iniciativa particular, por eso no hemos querido recoger más donaciones”, admite Verónica, muy satisfecha por la obra realizada en colaboración con su colega David.
