El pasado fin de semana tuvo lugar un gran acontecimiento cultural en Arcos: la inauguración de la Academia de Baile de Paco Chamizo, un hombre sobradamente conocido porque, aún permaneciendo afincado 28 largos años en La Rioja, nunca ha perdido el contacto con su ciudad y sus gentes; persona que incluso recibió hace un año el galardón del Día de Andalucía por la labor artística de proyección de su ciudad fuera de la misma.
Paco hace realidad su proyecto de retorno a Arcos, con un local que ha abierto al público en el número once de la calle Algodonales, donde ya forma a varios grupos de hombres y mujeres interesados por el baile flamenco y el mundo del espectáculo. De hecho, agradece emocionadamente la grandísima acogida que la sociedad arcense le ha dispensado a su novedosa academia, la cual fue bendecida por el cura amigo don Manuel Rodríguez, quien pondría el acento durante el acto en que se trata de la primera academia de sus características que tiene el honor de bendecir cristianamente. Igualmente, Paco agradece el gran apoyo de su familia, amigos y del Ayuntamiento representado en el acto por su alcalde, Isidoro Gambín.
Tal ha sido el éxito de su arranque empresarial en Arcos que apenas tiene ya horas disponibles para seguir enseñando baile, salvo un para de horas por las tardes, de lunes a viernes. Sus enseñanzas pasan por el flamenco en general, y por las sevillanas, la soleá, la alegría y la bulería en particular, aunque no descarta trabajar en el campo del espectáculo y la coreografía. Desde luego, experiencia no le falta, porque en La Rioja dejó una profunda huella con otras personas a las que tuvo la suerte de enseñar.
Su sueño, más allá de su academia, es participar en eventos locales, pasacalles, espectáculos, pases de moda y cuanto se tercie y sirva para ayudar a la promoción de su ciudad. Tampoco descarta trabajar la danza contemporánea y clásica y otras disciplinas ligadas al baile. Sus sentimientos, ahora, se resumen en una palabra: Gracias.
