Como viene siendo tradicional, el PSOE celebró un acto en recuerdo y memoria de las personas que fueron represaliadas y asesinadas bajo el régimen franquista. En este caso, y coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, la familia socialista se desplazó hasta el camposanto municipal de San Miguel para, en esta ocasión, rendir tributo al abuelo de la conocida vecina de Arcos Isabel Ibáñez, persona que desapareció en los años de la Guerra Civil sin que hasta ahora los suyos hayan dado con sus restos mortales para darle debida sepultura y descanso eterno. Se da la circunstancia de que la hija del desaparecido, Antonia Rodríguez, falleció este año sin saber igualmente dónde descansan los restos de su padre. Isabel Ibáñez dio lectura a un emotivo escrito donde leyó los nombres de las personas supuestamente represaliadas en aquellos años de la historia más negra de España.

El acto registró la asistencia del todavía secretario General del PSOE y alcalde, Isidoro Gambín, que leyó un reflexivo discurso; de compañeros de partido y familiares, así como de algunos representantes de la Asociación de Memoria Histórica.  Días antes, el alcalde avanzaba que, pese a los infructuosos intentos de recuperar los restos mortales de arcenses dentro del propio cementerio, donde pudo haber una fosa común, no se cejará en el empeño de buscar a estas personas.

A continuación, reproducimos el discurso del alcalde y secretario General del PSOE arcense:

"El Partido Socialista de Arcos de la Frontera nos convoca hoy de nuevo, un año más, en el Cementerio municipal San Miguel, para llevar a cabo un acto de recuerdo hacia aquellos arcenses que fueron represaliados durante el Golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil y la posterior Dictadura dirigida por el general Francisco Franco.

En torno a esta lápida con sus nombres, en un rincón de nuestro Camposanto, pretendemos sencillamente dar memoria a un conjunto de mujeres y hombres que fueron vilmente arrancados de sus hogares, de las vidas que con sus familias tenían; y todo ello como represalia por sus ideas políticas, o simplemente, por un afán de resentimiento y odio hacia ellos que anidaba en las entrañas de los asesinos.

El Alzamiento Militar que provocó millones de muertes en toda España, se cebó así con gentes del pueblo de Arcos, dejando un reguero de atentados de máxima crueldad e inhumanidad, pues ni sepultura digna procuraron los verdugos; tal es así, que no conocemos donde yacen sus cuerpos.
Se nos hace difícil, hoy día, en 2017, con un país totalmente transformado, imaginar siquiera un escenario de terror como el que muchas casas de Arcos sufrieron en las fechas posteriores a aquel fatídico 18 de julio: niños que veían a sus padres desaparecer en la noche llevados por brazos criminales, para no verlos nunca más, dejando familias rotas, desesperadas y, por si fuera poco, mancilladas y humilladas por el régimen totalitario de los “vencedores” y su retórica perversa.
Por ello, como socialistas y defensores de la razón, la concordia y el respeto por la diversidad de las ideas políticas; y como arcenses, que apreciamos nuestra historia y valoramos a todos y cada uno de los vecinos que en nuestra ciudad han vivido, celebramos cada 1 de noviembre este reconocimiento hacia los represaliados de nuestro municipio, como forma de recordarlos y acompañar a sus allegados y descendientes.

El dolor de éstos no tendrá alivio nunca y traspasará generaciones; sirva nuestra presencia hoy aquí, y la lectura de sus nombres, para oponernos a una segunda muerte: para impedir la ignominia del olvido. Sus asesinos no vencerán nunca.

Gracias a todos por acompañarnos".