El Prendimiento desfila con su nuevo paso aún inacabado

La espléndida mañana del Domingo de Ramos tuvo su prolongación en una tarde agradable de temperaturas pero al tiempo desagradable por la virulencia del viento de levante. La pasión en sí de Cristo comenzó un año más en Arcos con la imagen imperecedera del ‘Prendi’, el primer misterio de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción que evoca el momento que Jesús fue prendido en el monte de Los Olivos. En esta ocasión, la expectación fue doble, ya que a la emoción que provoca la salida en procesión de Cristo en su Soberano Poder del Prendimiento se le sumó el hecho de que este año ha estrenado nuevo paso, aún en fase de labrado y con una tarea larga por delante en este sentido para su acabado. El paso lució, así pues, su aspecto aún rudimentario a la espera de su probable dorado. Igualmente, mostró un friso de claveles rojos para adornar las andas del Cristo, vestido este año con su túnica color marfil.  La procesión estuvo acompañada de la banda de cornetas y tambores de la hermandad de la Expiración de Huéscar (Granada). Entre sus numerosos hermanos de fila, volvieron a destacar los acólitos por sus delicadas indumentarias y la solemnidad que conceden al paso de Cristo, así como una gran hilera de nazarenos vestidos con los colores tradicionales de la hermandad: túnica de color marfil, cíngulo y antifaz rojos, calzado negro y guantes blancos. La hermandad retornó a su templo en torno a la una de la madrugada con el lógico cansancio de sus costaleros por el enorme esfuerzo, tras una procesión marcada por el fuerte viento de levante.