Concejal y delegado municipal, senador por Cádiz y responsable de la gestión económica en el Ayuntamiento de Arcos, Sebastián Ruiz Reyes es uno de los cerebros del trabajo que desarrolla el Ayuntamiento. Su trabajo se basa, entre otras tareas, en buscar los recursos que financian las distintas actuaciones públicas en las calles, así como en el diseño de las intervenciones que la administración local desempeña en el desarrollo de las infraestructuras y servicios públicos. En la parte política, guarda una vieja relación con el Partido Popular, donde llegó siendo casi un niño. Fue, no obstante, delegado municipal de Medio Ambiente, entre otras áreas, en el Gobierno del alcalde Juan Manuel Armario. Persona de partido, es fácil verlo en frecuentes apariciones públicas y mediáticas en los actos de su partido que se celebran tanto en Arcos como en la Sierra, donde su calidad de senador le sitúa en una posición importante dentro de las filas del PP gaditano.
Una nueva campaña electoral que se ha convertido en triple cita electoral en un solo año… ¿Con qué ánimos afronta su partido un año frenético en las urnas?
—Afrontamos este periodo con mucha ilusión, ganas y sobre todo compromiso. Son elecciones de vital importancia para el desarrollo y funcionamiento de nuestra ciudad. Respecto a las nacionales, marcarán la tendencia de la salida de la crisis que es una realidad. Las medidas adoptadas marcarán un hito en la salida de las crisis. En cuanto a las autonómicas, nadie entiende la convocatoria que se ha realizado buscando el beneficio del PSOE y de Susana Díaz. Los andaluces le van demostrar que es el mejor momento para que dejen Andalucía, para que después de 32 años no tengamos que sufrir las consecuencias de un gobierno socialista.
La historia reciente de España ha estado marcada por una crisis económica de la que, según su partido, estamos saliendo. ¿Cree que esta salida de la recesión apagará o hará olvidar de algún modo el sufrimiento de la sociedad que se ha traducido en la tasa de paro más feroz de la democracia y en la exclusión social de miles de familias?
—Han sido años muy difíciles tras años de mentiras del gobierno socialista, que decía que era una pequeña recesión cuando en realidad estábamos inmersos en una gran crisis. Pero después, con un gobierno del PP, se han puesto en marcha medidas que algunos no entendíamos, pero que eran necesarias. No pudimos cumplir nuestro programa desde un principio porque las necesidades del país eran más importantes que las del partido. Hemos adoptado políticas que no eran las más deseadas sino las más necesarias. Ello ha provocado que las familias y todos los españoles que han hecho un esfuerzo grandísimo, con el paro como lacra, las políticas del PP, con las cuentas cuadradas, son políticas en favor de la creación de empleo. Ahora hay que devolverles a los ciudadanos todo ese esfuezo. Se ha hecho una reforma fiscal que ayudará al empleo y dará liquidez a las familias.
¿Cómo valora el trabajo municipal de estos años?
—El Ayuntamiento de ahora es el de las soluciones y de la gestión, un Ayuntamiento que cuida del dinero de los ciudadanos. Ha sido una tarea dura pero gratificante. La deuda que nos ha dejado el gobierno socialista de ocho años ha sido muy importante. El ciudadano sabe ahora que tiene un Ayuntamiento a su servicio, que resuelve los problemas y que es cercano. Los ciudadanos saben que hay un gobierno y una plantilla a su disposición, para cambiar y mejorar la ciudad.
En su calidad de delegado de Infraestructuras, ¿qué obras considera que marcarán estos cuatro años de gobierno?
—Hemos sido capaces de devolver la ilusión a los vecinos. Cuando nos ponemos todos junto a trabajar somos capaces de conseguir cualquier reto. Hay obras muy emblemáticas. Cuando llegamos al Gobierno, lo primero que hicimos fue ver el teatro Olivares Veas, que estaba en un estado lamentable pese a que es una joya. Fuimos al camping y vimos que era una selva... Es una muestra de la falta de compromiso del anterior gobierno. Estoy deseando que llegue el 31 de marzo para que los vecinos vean cómo ha quedado el camping: precioso. El edificio de los Paletos será una obra emblemática como centro cultural, me ha alegrado mucho devolver la luz a nuestra peña, obras en las calles que eran muy necesarias, el acceso al polígono industrial, el acceso a El Santiscal... Son tantas obras que se me quedan muchas en el tintero. Pero mi mayor satisfacción es que hemos hecho muchas cosas en los peores momentos, qué no podremos hacer a partir de ahora...
Ustedes vienen defendiendo un nuevo concepto de gestión del dinero público. La pregunta que usted mismo se ha hecho en más de una ocasión es “cómo se puede sacar recursos en esta época”. Si antes no había ni un euro para actuaciones públicas, ¿por qué ahora sí cuando teóricamente la ayuda del resto de administraciones es igual o incluso menor?
—Se basa en una lección que yo aprendí hace mucho tiempo de un banquero -por su padre-: mimando el dinero y sabiéndolo gestionar cunde y da servicio. Hace mucho tiempo llevé eso a la práctica. Sabiendo gestionar el dinero en beneficio de todos se le puede sacar mucha rentabilidad. Cuando el dinero no se cuida, el dinero no cunde. Algunos prefirieron pagar a los bancos, nosotros hemos pagado a los proveedores y hacer actuaciones en beneficio de la gran mayoría de arcenses. Hay que tener en cuenta que el dinero que entra en el Ayuntamiento sale de las casas de los ciudadanos, y el Ayuntamiento debe devolver ese dinero a las puertas de las casas de los ciudadanos.
¿Qué considera que marcará estos cuatro años en la gestión pública del Ayuntamiento, la utilización de los recursos, el volumen de obras, la creación de empleo o el impulso a las infraestructuras? ¿O todo?
—Este Ayuntamiento ha dejado de ser un problema para los ciudadanos para aportar soluciones. Es un motor que funciona y tiene el acelerador pisado. Tira del carro de la ciudad. Ha hecho una gran apuesta por la cultura, el deporte, el turismo que será la gran apuesta del futuro y pieza de desarrollo, montones de actuaciones que han dado empleo y trabajo a las empresas locales... Hemos hecho entre todo un esfuerzo importante para poner en funcionamiento Arcos.
¿Cómo valora el papel que durante estos casi cuatro años ha desempeñado la oposición? ¿Considera que ha hecho su trabajo político cuando en realidad, se viene quejando de posibles obstáculos en el desempeño de su tarea institucional?
—La oposición no ha existido durante muchos meses. Su labor ha sido la crítica destructiva y personal, sin ayudar en años tan difíciles pese a que habían dejado tantos problemas económicos. Ha buscado el desgaste y ha estado a muy bajo nivel.
