Aturdidos como andamos por los ruidos inmisericordes de nuestras máquinas y automóviles, siempre es una bendición entrar en esos oasis de silencio de los que aún podemos disfrutas sin que nadie nos moleste. Me refiero por ejemplo a las iglesias, donde podemos recogernos en nosotros mismos y meditar o rezar, o a las bibliotecas, donde no se oye nada y donde podemos entrar en el mundo maravilloso de un libro, en el diario quehacer de un periódico o en esa red global que es Internet.
Tanto ella como su equipo están siempre dispuestos a la información necesaria, al dato buscado o al consejo práctico. La biblioteca es un laberinto borgiano donde rige el silencio, donde se habla a media voz para no molestar a los lectores. Y para no molestar a los libros, que duermen en sus estantes siempre dispuestos a que una mano amiga los abra y los haga hablar, explicarnos lo que sus autores tenían en la cabeza y en el corazón y que nos entregan a nosotros, privilegiados que sabemos leer y podemos vivir miles, millones de existencias a través de la lectura.
Con Isabel Ibáñez hemos hablado de su cometido en la biblioteca y de su participación en los actos del 750 aniversario de la incorporación de Arcos a la Corona de Castilla.
—¿Desde cuándo ostenta el cargo de Bibliotecaria del Ayuntamiento?
—La plaza de bibliotecario fue convocada por el Ayuntamiento a principios de 1.999. Tras una selección de la que resulté elegida, comencé a trabajar en mayo de 1999. La biblioteca tenía que abrir sus puertas para diciembre de ese mismo año, para mí fue todo un reto, organizar la biblioteca supuso uno de los proyectos más importantes de mi vida profesional.
—¿Cuál es el perfil del usuario de la biblioteca? ¿Estudiante? ¿Lector de periódicos? ¿Lector de libros?
—Es una biblioteca para todos los colectivos y todas las edades. Desde estudiantes, la gran mayoría, que utilizan la biblioteca como sala de estudios, hasta usuarios que solo consultan internet o prensa. Lo que no es usual son lectores de libros, ya que prefieren utilizar el servicio de préstamo a domicilio.
—¿Se producen muchos préstamos de libros?
—El servicio de préstamo, después de internet, es el servicio más demandado por los usuarios de la biblioteca. La media que computamos en las estadísticas mensuales alcanza una cifra de alrededor de los 400 préstamos a domicilio. Por ello, tenemos que estar muy atentos para la adquisición de las últimas novedades, sobre todo de narrativa infantil y de adultos, que son los más demandados.
—¿Cómo se nutre una biblioteca municipal? ¿De qué fondos editoriales?
—En la actualidad las bibliotecas municipales dependen de sus ayuntamientos y no hay ninguna marca que establezca ni en máximos ni en mínimos, el nivel de inversiones que en las mismas debe efectuarse, por tanto serán los representantes del gobierno municipal, los que deciden según el orden de sus prioridades, la mayor o menor importancia de la biblioteca.
Nuestras bibliotecas en concreto incrementan sus fondos, a través de pequeñas subvenciones de la Consejería de Cultura y con lotes de libros que nos llega del Servicio Bibliotecario Provincial.
—Con la llegada de las nuevas tecnologías las bibliotecas han ampliado su oferta. ¿Es mucha la demanda de información a través de Internet?
—Sin lugar a dudas, internet es el servicio hoy en día más demandado por los usuarios y lógicamente nuestras bibliotecas, tienen que sufrir un continuo proceso de adaptación a las necesidades que plantea una sociedad que está en constante evolución, en cuanto a nuevas tecnologías se refiere.
—Es usted componente de la Comisión Municipal para los actos del 750 aniversario de la incorporación de Arcos a la Corona de Castilla. ¿Cuál es su misión en esta comisión?
—Mi misión dentro de la Comisión Municipal para los actos del 750 aniversario de la incorporación de Arcos a la Corona de Castilla, consiste en aportar ideas y mis conocimientos de Historia, así como servir de apoyo al coordinador Isaac Sierra.
—¿Se lee poco en nuestra ciudad o el nivel de lectores es el adecuado?
—Considero que el nivel de lectores no es el adecuado, atendiendo a la proporción entre el número de préstamos y el número de habitantes de nuestra ciudad. No obstante, y afortunadamente hay una tendencia creciente de lectores en nuestras bibliotecas.
