El pasado viernes se levantó el telón del teatro Olivares Veas para que, de inicio, Salvador Pérez Salas presentara en nombre de la Asociación Cultural Entretelas Teatro el acto de conmemoración del Día Mundial del Teatro que el colectivo, conjuntamente con la Delegación de Cultura, compartió con el público.
Tras una escueta semblanza de Darío Fo, el dramaturgo italiano que pronunció un manifiesto el pasado día 27 de marzo dirigido a la comunidad teatral, Pérez Salas señaló que “Este es el manifiesto de Darío Fo. Este, su mensaje. Aquí, en Arcos de la Frontera, los aficionados al teatro, contamos desde siempre con las ayudas de las distintas delegaciones municipales con las que colaboramos y con la vuestra, fieles espectadores, que siempre estáis ahí, apoyándonos. Pero en la mayoría de las ciudades, en la mayoría de los países, en España mismo, la subida del IVA en los espectáculos teatrales y la crisis económica son sombras que alejan a los espectadores...”.
Renglón seguido, Entretelas puso en escena un espectáculo formado por cuatro piezas de teatro breve y tres monólogos dirigidos por Nona Valle y Tere Candón. Con el título de Luna pisa el teatro, el espectáculo comenzó mostrando una luna “preciosa, brillante, ensoñadora...”, elaborada por Domingo Olivera, de la Delegación de Infraestructuras.
La primera pieza de teatro breve, Tiempos modernos, fue representada por Noemí Cerredo y Elena Vázquez. Trataba sobre el desconocimiento que puede existir entre personas que conviven bajo el mismo techo.
Eduardo Camacho narró las desventuras con la que se encuentran los pobres en la vida, condenados a conseguirlo todo en una cola. Su monólogo se titulaba Las colas son cosa de pobres. Isabel Lázaro y Juani Domínguez presentaron uno de los números más fuertes, si no el más fuerte, de toda la noche. La vida de Mujeres fáciles se mostró con toda su crudeza.
Como contrapunto, Margari Roldán hizo reír al público con su descripción de Los baños públicos en una noche de movida nocturna.
La Sinceridad entre dos personas pueden llevar a un encuentro o desencuentro absoluto entre dos mujeres. Así lo hicieron ver Cati Carrera y Mari Santos Vázquez.
Isabel Durán en Carta de una madre a su hijo hizo que el público se desternillase de risa con las peripecias que contaba a su hijo en una carta.
La función acabó con la historia de dos amigas octogenarias. Nunca es tarde para empezar a soñar…, a vivir. Pepi Jiménez y Tere Muñoz, con la colaboración de Alfonso Oñate, despidieron a Entretelas Teatro del público asistente con Buenos días señor Doctor.
El sonido estuvo a cargo de Alfonso Moreno y la iluminación controlada por Julián Candón. Entretelas Teatro fue la responsable de la indumentaria, de la escenografía y del maquillaje de todos los participantes. Como tramoyistas estuvieron en esta ocasión Manuela Orozco, María Dolores Méndez y Eugenio Erdozain, que propiciaron una cadencia en los cambios de escenas que encantó al respetable.
“El público provocó el primer llenazo del Teatro Olivares Veas desde su reapertura. Entretelas Teatro agradece la asistencia del público congregado y está orgullosa de esta primera actuación de la asociación sobre las tablas del teatro. Los aplausos continuados hicieron patente el sentir de los presentes. Fue un éxito”, según fuentes de la compañía teatral.
