El encendido del alumbrado navideño fue un hecho extraordinario por la enorme expectación que suscitó y la correspondiente gran afluencia de público, hasta el punto de que la convocatoria celebrada en la calle Corredera dejó un espacio impracticable. Fue también imposible encontrar un aparcamiento, de lo que se deduce que fueron muchos los foráneos que quisieron presenciar esta ocasión y pocos los que eligieron el transporte público; avalancha humana que se dejaría notar en los bares y restaurantes del centro.
Fueron varios los reclamos para todos los públicos, comenzando por la nevada artificial, las actuaciones musicales de los coros de las hermandades del Rocío y Dulce Nombre, el grupo Dumaya; los buñuelos, una gran barra solidaria y, por supuesto, el momento mágico del encendido, que contaría además con la presencia de los Reyes Magos de la cabalgata oficial. En una larga tarde noche donde la presencia de numerosos niños y niñas dio sentido a la cita.
El equipo de Gobierno tuvo ocasión de dirigirse al público para felicitarle las fiestas e invitarlo a otras actividades destacadas en la agenda navideña, como haría el delegado de Fiestas, Fran Pérez, visiblemente emocionado. El alcalde, Miguel Rodríguez, se refería a “una de las épocas más bonitas que tenemos en Arcos”, para invitar igualmente a la población a disfrutar de la programación. Pero dejó un recado especialmente importante para que los vecinos y vecinas realicen sus compras navideñas en el comercio local.
En esta ocasión, serían dos de los reyes magos y las molineras y corregidor infantil del último carnaval quienes accionarían el encendido del alumbrado que ya lucen las zonas más céntricas de Arcos.
