La empresa pública Tragsa ha decidido paralizar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a más de 1.300 trabajadores y que había empezado a ejecutar con la entrada del nuevo año, según ha informado a Europa Press en fuentes del sindicato CSIF.
En concreto, la decisión de frenar el ERE, que ya ha sido comunicada a los sindicatos, se produce despúes de haber materializado el 5% de los despidos previstos.
En Tragsa estaban previstos un total de 726 despidos, de los cuales se han ejecutado unos 300, mientras que en su filial Tragsatec se han eliminado también unas 300 empleos de los 600 que estaban previstos inicialmente.
Desde CSIF se han felicitado por la decisión de la empresa de dar marcha atrás en el ajuste de la plantilla, impulsada por la presión ejercida por los trabajadores y por la interlocución realizada por el sindicato.
Según CSIF, la empresa ha reconocido que el incremento de los beneficios y de la actividad se ha traducido en un cambio de la situación que había provocado el ERE.
Ante esta decisión, el sindicato que preside Miguel Borra analizará las medidas a adoptar a partir de ahora, al tiempo que exigirá la reincorporación de los despidos ejecutados.