Un Verbo para conjugar felicidad y deseo, cultura y literatura, tiempo bien empleado (porque pasear por una librería, llenarte los ojos y comprar alguna pieza es emplear el tiempo de la mejor manera posible) e ilusiones que pueden cumplirse. Este Verbo se escribe con uve mayúscula porque es el nombre de un local de sueños -una librería- que abre cada mañana sus esperanzas en la sevillana calle Sierpes con la única intención de ocupar ese espacio vital que necesitas llenar con historias, conocimiento y lágrimas.
Una librería es una farmacia del alma. Verbo viste todos los días su bata blanca y receta páginas y portadas, cubiertas y camisas, medicamentos de bolsillo y pastillas de tapa dura. Y todo sana. Y todo cura. Y todo reconforta.
La atención es brillante, cercana, profesional, amena, elegante. Te atienden profesionales que siempre tienen un sí que ofrecerte, una conversación que regalarte y un consejo de tu talla, como si vivieran dentro de ti.
La librería Verbo en Sevilla es un espacio peculiar, genuino, personal. Es un teatro de libros, un escenario de tomos, un pasillo de cultura, un surtido de localidades de promesas de felicidad que se cumplen siempre. La entrada es gratuita para que -incluso sin comprar- vivas un viaje a ese lugar mágico de esperanzas, de ilusiones, de sueños alcanzables. Yo compro. Y sueño. Y paseo. Y miro, como en un acto dramático de este teatro de la vida de la que quiero llevarme tantas experiencias como libros, tantas páginas como personajes. Verbo es una de mis librerías.
En Verbo huele a cultura. A diversión y a entretenimiento. A libros ordenados en estantes y a productos que reclaman tu atención. Pero de nada sirve que viva entre nosotros este regalo que nos ofrece un proyecto empresarial llamado al fomento cultural de nuestra sociedad si no ayudamos a su permanencia. Con algo más de lo que vale un paquete de tabaco (maldito) puedes adquirir salud a raudales. Con lo que vale un cartón te puedes bañar desnudo en el lago de la felicidad eterna mientras te cae el chorro de la vida sobre el alma.
Hoy quiero conjugar este Verbo, el de la calle Sierpes. Yo Verbo ¿y tú? La segunda persona, la tuya, es la que tiene la palabra. Verbo es una apuesta por la cultura, por la atención, por la literatura, un teatro lleno de sueños, un espacio para la supervivencia.
Ponte en manos de sus profesionales. Te van a curar. Saldrás de allí con una bolsa de papel que contiene un tesoro también de papel. El tratamiento no falla. Serás feliz y volverás.
Entra, pasea, llénate los ojos y compra. Yo Verbo ¿y tú?