El informe definitivo de la autopsia a la profesora de Marbella, fallecida el pasado 16 de marzo a causa de un derrame cerebral provocado por una neurisma, establece "una posible causalidad", que deberá ser analizada por las autoridades sanitarias competentes, entre la muerte y la vacuna de AstraZeneca, la cual le fue administrada dos semanas antes.
Así lo ha comunicado este viernes la viceconsejera de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Catalina García, al ser cuestionada por periodistas durante la visita a las obras del Centro de Salud de Villacarrillo (Jaén).
García, tras trasladar sus condolencias a los familiares de la profesora, ha explicado que si bien el informe preliminar de la autopsia no establecía una causa-efecto con la vacunación; "este informe definitivo lo que viene a decir es que la causa de la muerte sigue siendo la misma, pero parece ser, y eso tendrán que analizarlo Farmacovigilancia y la Agencia Española del Medicamento que es a donde se derivan todos los informes, una posible causalidad con algunos efectos descritos en los últimos estudios científicos".
Sobre ello, ha querido precisar que se trata de un análisis posterior "que se debe de hacer con otros muchos casos que están surgiendo".
Sin embargo, la viceconsejera ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" a la población, apuntando a que la posibilidad de que una persona que se contagie de COVID sufra un episodio tromboembótico es del 16,5 por ciento; mientras que "con la vacuna de AstraZeneca la probabilidad es del 0,00034 por ciento".
Así explica que los efectos secundarios "existen en todo", al tiempo que ha pedido transmitir "confianza" a la población para que continúe el proceso de vacunación, que a su juicio, "es la única medida que nos salvará la vida y nos salvará del virus", ha concluido.