Lo que está ocurriendo con las elecciones catalanas es un auténtico disparate. En plena pandemia mundial, con miles de casos de contagios a diario, lo que se está decidiendo en cuanto a la celebración de elecciones en Cataluña no tiene ni pies ni cabeza.
Es importante la celebración de elecciones, la fiesta del voto la entiendo como la mejor muestra de nuestra calidad democrática. Es la forma que tenemos de decidir el futuro de nuestra sociedad. Pero, sin duda, en un contexto como el actual no veo nada conveniente la celebración de elecciones.
Tampoco veía la apertura tan libre que hemos tenido en estas pasadas Navidades. A los hechos me remito: miles de contagios y hospitales al borde del abismo ante una nueva cepa, la británica, del coronavirus que conlleva una mayor contagiosidad. Desgraciadamente no me equivoqué en mis apreciaciones.
Está claro que hay que salvar la economía pero por encima de todo esto está la vida de las personas y la salud. Sin salud no habrá economía posible en nuestro país y no podemos ser insensibles a estas circunstancias.
Ahora les anticipo un colapso sanitario en Cataluña para finales de febrero y primeros de marzo. Por mucho que se intente mantener la distancia social, por muchos trajes de protección que se ofrezca a quien le toco ser miembro de una mesa electoral, los contagios se van a disparar.
Me parece un disparate lo de la libre asistencia a actos electorales. Esto no es normal. Cientos de personas agolpadas en actos de partidos políticos. Qué barbaridad. Solo es posible en una España en la que Pedro Sánchez sea presidente del gobierno e Iglesias, vicepresidente. Es un país de locos.
Y lo peor de todo esto es lo de las encuestas. Si se confirman, será la señal de que España está anestesiada, totalmente anulada. Ni la barbaridad del independentismo sufre un varapalo electoral ante estas circunstancias ni la nefasta gestión del anterior ministro de sanidad con la pandemia que vivimos tiene un efecto negativo en la intención de voto. Al menos esto parece en las encuestas. Habrá que ver posteriormente lo que ocurre realmente en las urnas.
Mientras tanto, en los anuncios de la televisión animando al voto por correo ante la situación de grave pandemia que vivimos. Es decir, no vaya a la mesa electoral pero acuda en masa a las oficinas de correos.
Lo dicho, un disparate total.
