Desde muy joven conoció las cárceles por no portarse bien, lógicamente. Lo bueno es que en las celdas se dedicó a leer como un poseso. Y fue en prisión donde empezó a escribir poesía. Años mozos bastante duros en las calles de
Little Italy en Nueva York. Su madre, una inmigrante italiana llamada Michelina Corso (de soltera Colonna), contaba sólo 16 abriles cuando lo parió: al año siguiente, Michelina abandonó a su hijo y a su marido, el italoamericano de primera generación Samuel Corso, para volverse a su país natal. Un drama. La educación (reglada) de Gregory Corso (1930-2001) fue ninguna, pero en chirona inició, como hemos dicho, un intensivo proceso de autoaprendizaje. En el presidio de máxima seguridad de Dannemora (
Clinton Correctional Facility) fue protegido de los mafiosos allí internados. En la biblioteca de Dannemora (producto fundamentalmente de una importante donación realizada por el famoso Charles “Lucky” Luciano), Corso devoró libros y enciclopedias; y además estudió latín y griego. No perdió el tiempo mientras estuvo entre rejas. Bendito sea Dios.
Según Bruce Cook (
La Generación Beat, Seix Barral, Barcelona, 1974), como personalidad y como poeta Gregory Corso es una invención de Gregory Corso, quien, tras cumplir sus condenas, tuvo la suerte de conocer en Nueva York a Allen Ginsberg, Jack Kerouac, John Clellon Holmes y Williams Burroughs, los cuales formaba el núcleo principal del movimiento beat. La amistad con el autor del emblemático poema
Howl (
Aullido) fue sincera, perdurable y profunda. Recibió una invitación “de acogida” en la Harvard University, donde se quedó dos años leyendo, estudiando y en contacto con profesores y estudiantes. A Corso le entraron ganas de moverse por el mundo. Entre 1952 y 1953 estuvo enrolado en navíos noruegos que surcaban el Atlántico. Anduvo por México y pasó después a Europa.
Su primer poemario,
The Vestal Lady on Brattle, apareció en 1955; el segundo, titulado
Gasoline, vio la luz en el 58. Se va fraguando su estilo. En su etapa inicial, Corso asume influencias de Walt Whitman (el verso largo, libre y suelto; tonos exaltados y actitud visionaria) y de William Carlos Williams (verso corto con métrica y rima; discurso directo a propósito de la realidad inmediata). Pero el verdadero modelo (ídolo) de Corso siempre fue el romántico inglés Percy Bysshe Shelley (1792-1822): díscolo entre los díscolos, propagandista del ateísmo, filoanarquista en la línea de William Godwin (1756-1836), aquél que dijo: “El propio Dios no tiene derecho a ser un tirano”.
Corso escribió uno de los poemas más representativos de la
Beat Generation: “Marriage”, que en 111 versos trata de una disputa sobre las ventajas y desventajas del matrimonio, con una expresión coloquial y fluida, envuelta en una vigorosa ironía. Este texto, incluido en el libro
The Happy Birthday of the Death (1960), está considerado como uno de los más meritorios de la poesía norteamericana de posguerra. Entre el 60 y el 61 publicó un par de novelas, pero lo suyo era la lírica. En 1970 se editó
Elegiac Feelings American, donde hay un extenso poema (con el título que da nombre al libro) dedicado a la memoria de Jack Kerouac, muerto en el 69. Es otra de las grandes composiciones de Corso, que muchos críticos estiman como su mejor trabajo. Continuó creando hasta finales de los ochenta.
Corso amaba a Grecia. La conoció prácticamente en su totalidad: también bastantes islas del Egeo. En cierta ocasión declaró: “Cuando digo que si el poeta no obtiene lo que merece dejará de existir, no quiero decir que dejará de escribir. Nadie sabe por qué o cuándo se transforma en poeta, y nada habrá de impedirle ser un poeta, y escribirá hasta un fin inimaginable, porque la poesía nunca puede dejar de ser”.
Poemas de Gregory Corso
"Italian Extravaganza"
Mrs. Lombardi's month-old son is dead.
I saw it in Rizzo's funeral parlor,
A small purplish wrinkled head.
They've just finished having high mass for it;
They're coming out now
...wow, such a small coffin!
And ten black cadillacs to haul it in.
[El hijo de la señora Lombardi, nacido hace un mes, ha muerto. / Lo vi en la funeraria de Rizzo, / con la pequeña cabeza púrpura llena de arrugas. / Acaban de terminar la misa por el descanso de su alma; / están saliendo ahora / ...¡qué urna tan pequeña! / y diez cadillacs negros para acarrearlo.]
Versos del libro
The Long Live Man:
I am 32 years old
and finally I look my age, if not more,
It is a good face what's no more a boy's face?
I seems fatter. And my hair,
it's stopped being curly. Is my nose big?
The lips are the same.
And the eyes, ah the eyes get better all the time.
32 and no wife, no baby; no baby hurts,
but there's lots of time.
I don't act silly any more.
And because of it Ihave to hear from so-called friends:
"You've changed. Yoo used to be so crazy so great".
They are not comfortable with me when I'm serious...
[Tengo 32 años / y por fin represento mi edad si no más viejo / ¿No es bello un rostro que ya no es el de un muchacho? / Parece más lleno. Y mi cabello, / dejó de ser rizado. ¿Es grande mi nariz? / Y los ojos, ah, los ojos se ponen mejor cada vez. / 32 años y sin mujer, sin niños; sin gritos de niños. / Pero hay mucho tiempo. / Nunca haré más tonterías. / Y por eso tengo que escuchar a los así llamados amigos: / "Has cambiado. eras tan loco y tan fantástico". / No se sienten a gusto conmigo cuando estoy serio...]