El Teucro llegó a nuestra localidad ayer viernes, donde a las seis de la tarde tuvieron una sesión de entrenamiento en el pabellón municipal, hoy a las siete se enfrentará al cuadro pontanés. El conjunto gallego, es uno de los históricos del balonmano nacional. Su fundación como entidad deportiva se remonta al 1945, siendo en el 1958, cuando se crea el balonmano a siete. La máxima categoría del balonmano nacional la alcanza en la temporada 73-74, equipos como At. Madrid, Calpilsa, Barcelona, Granollers, Marcol de Valencia, San Antonio, etc. Hasta la fecha, estar en la máxima categoría ha sido tónica habitual.
La plantilla actual está compuesta con jugadores veteranos, calidad y gran experiencia, siendo prácticamente el 80% la misma que la pasada campaña milito en Asobal. La portería está bien cubierta con la presencia del croata Martinovic, que la pasada temporada subía Asobal con el Cangas y Mouriño, que llega de Porland San Antonio.
Sin duda alguna sus hombres más veteranos son los más peligrosos, Dasilva (lateral derecho), 35 años y 190 cm., Rajic (Lateral Izq.), 43 años, 192 cm. También su pívot, Daniel Benache, 34 años, 187 cm., pasa por ser un hombre clave en el esquema de juego gallego. A estos ilustres veteranos, se les une otros jugadores de una inmensa calidad, que hace de este equipo ser uno de los más potentes de la categoría.
Por su parte enfrente va a tener a un equipo como el Ángel Ximénez, que pasa por ser uno de los más jóvenes de la categoría y que espera tener su recompensa con una victoria lo antes posible. Lo que está claro es que en estas dos jornadas, los jugadores pontanenses han demostrado que pueden sorprender a cualquiera de los favoritos.
El técnico pontanés, Luja, sabe perfectamente de que sus jugadores tienes muchas ganas de ofrecer la primera victoria a su afición, de ahí que esperan por su parte tener el máximo apoyo para poderlo conseguir.
Este partido estará dirigido por los valencianos, Chaparro Zomeña y Hurtado Romero, que esperemos y deseamos que tengan más suerte que sus anteriores compañeros de colegio, que desgraciadamente no son de muy grato recuerdo para el club pontanés.