La Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) está estudiando con las entidades financieras un sistema por el que bancos y cajas tengan la obligación de informar de aquellas operaciones en efectivo que superen los 3.000 euros.
Así lo aseguró ayer el director general de la AEAT, Luis Pedroche, durante una rueda de prensa para presentar el nuevo plan de fraude fiscal. Pedroche precisó que, aunque la cifra sobre la que las entidades financieras estarán obligadas a informar no es definitiva, se situará en el entorno de los 3.000 euros.
Actualmente, bancos y cajas tienen la obligación de poner al corriente a Hacienda de aquellas operaciones efectuadas con cheques por importes superiores a los 3.000 euros, así como de aquellas operaciones en efectivo que sobrepasen los 100.000 euros.