Tal y como explica el delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, desde su Delegación se está trabajando en coordinación con el resto de áreas municipales en la ejecución de los diferentes proyectos incluidos en los planes de fomento del empleo, si bien para el edil socialista esta actuación constituye “un nuevo ejemplo de la apuesta del Gobierno municipal por la recuperación del patrimonio histórico artístico local, en un monumento, como es el Alcázar, que es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad”. Por su parte, la delegada de Cultura y Fiestas, Dolores Barroso, resalta especialmente el hecho de que este bien cultural haya revalorizado exponencialmente desde el punto de vista pedagógico, cultural y turístico y como espacio abierto y cercano a los ciudadanos, así como que el Gobierno local ha priorizado este año en su presupuesto.
Según las primeras indagaciones y análisis de los arqueólogos municipales que trabajan sobre el terreno, todo parece apuntar a que se trata de una nueva ala del Pabellón Real, así como de la infraestructura que compone el entramado del conjunto hidráulico que abastecía al Alcázar tanto para el baño, como para el riego de huertos o el abastecimiento de agua potable.
En plena investigación
A este espacio, que ya está restaurado, habría que añadir ahora -de confirmarse el nuevo descubrimiento- otra ala más. En este sentido, hasta el momento poco más pueden aportar los expertos en la materia ya que se encuentran inmersos en plena investigación. Lo que sí han desvelado es que podría dejar al descubierto una serie de infraestructuras y equipamientos asociados al Pabellón como las letrinas, cuyo funcionamiento parece ser de gran complejidad y que resultan de gran valor, al ser de las pocas documentadas del periodo islámico.
Como subraya Barroso, no hay que olvidar que el agua jugaba un papel fundamental en la cultura árabe, por lo que este descubrimiento es muy importante para completar las investigaciones sobre costumbres de sus primitivos moradores así como la disposición de los espacios en el recinto.
En este sentido, los arqueólogos municipales han adelantado que viendo el sistema de canalizaciones, que ya se puede apreciar, así como el nivel tecnológico del mismo, se puede aseverar que las infraestructuras hidráulicas construidas eran muy avanzadas para la época y en poco varía con respecto a las que actualmente se ejecutan. Asimismo se ha comprobado cómo tras pasar la ciudad a dominio cristiano en torno al año 1.264, existe un cambio de uso y funcionalidad de esta red de canalización de agua que implica la anulación de una serie de estructura, el aprovechamiento de otras así como el desarrollo de otras nuevas que se alejaban del espíritu cultural almohade.
Hay que tener en cuenta que para documentar los elementos que salen a la luz durante las labores de investigación arqueológica es fundamental la cerámica, el fósil guía de todas las unidades estratigráficas que analizan los expertos. Para ello hay que lavarla por separado y estudiarla para determinar por ejemplo la época de que datan las piezas o el estudio de los materiales empleados. Aparte de este hallazgo, en otras intervenciones realizadas en el Alcázar aparecieron fondos de cabañas así como la huella de la presencia de antiguos silos que parece que correspondían a asentamientos de época prehistórica, como es del periodo Calcolítico.