La asociación le entrega la medalla de oro por este acto de sacrificio y entrega desinteresado
Como un héroe. Así recibió ayer la asociación Santo Ángel de la Policía Nacional a Eduardo Salazar, el agente en prácticas que salvó a un policía que se encontraba agonizando en su vehículo junto a la Comisaría. Así, se disponía a llevar a un detenido al hospital cuando una mujer que pasaba por allí le alertó de que había un hombre dentro de un coche, con la cabeza echada para atrás, y con claros signos de estar sufriendo un infarto. “Lo saqué como pude, le saqué la lengua porque ya comenzaba a estar morado y le hice la respiración artificial”, señaló. Tras los primeros auxilios, llegó la ambulancia y fue derivado de inmediato al centro hospitalario. Hoy, cuando ya han pasado varias semanas, y con la víctima, el también policía Rafael Jiménez, totalmente restablecido, Salazar se queda con la satisfacción de haber ayudado a salvar una vida humana.
“Me quedo en el reconocimiento de los compañeros, eso es lo que más merece la pena”, dice Salazar.
No obstante, la víctima confía en encontrar también a la mujer que dio la voz de alarma y avisó de lo que estaba ocurriendo. “Fue todo tan rápido que ni siquiera me pude quedar con la cara de esta señora”.
La asociación Santo Ángel no ha querido pasar por alto la humanidad de Salazar y le ha ofrecido un merecido homenaje imponiéndole una medalla de oro.
Al acto asistieron, además de la víctima y el salvador, el comisario, Andrés Garrido; el jefe de la Brigada de la Policía Judicial , Francisco Álvarez; el responsable de la Brigada de Seguridad Ciudadana, Jacinto Bermejo; representantes y familiares del condecorado y miembros de este colectivo benéfico de la Policía Nacional.