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El Jueves

Huir, del verbo huir

Guerra ha enviado algunos mensajes a Puigdemont, entre otros que debía asumir que era un "fracasado" después de declarar la independencia y marchar a Bruselas

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Casi siempre en los asuntos importantes de este país  es Alfonso Guerra quien pone la guinda y la más exacta definición de lo que pase. Lo hizo cuando comenzó todo este culebrón de Cataluña, al comparar a Puigdemont y sus secuaces con los golpistas del 23-F Armada y Tejero, apostillando que con este tipo de personas no se negocia. Ahora, con los últimos acontecimientos, sale de nuevo el Alfonso Guerra más mordaz y directo, ese al que a muchos nos gusta escuchar porque sabemos que dice verdades como puños.

Alfonso Guerra ha enviado algunos mensajes al cesado Puigdemont, entre otros que debía asumir que era un "fracasado" después de declarar la independencia y marcharse a Bruselas, supuestamente a pedir asilo: "Debe tener complejo de Dalai Lama". Aun así, el ex vicepresidente del Gobierno no cree que el ex presidente pida refugio en Bélgica porque esa opción no existe entre países de la UE. No obstante, lo calificó de "ignorante" porque "no sabe nada".

Pero sin duda lo más significativo ha sido mostrar a las claras que todo el cesado Gobierno de Cataluña “querían ir de héroes épicos y han acabado de cómicos de ópera bufa", para rematar diciendo que "han hecho el ridículo y en política el que hace el ridículo ya está borrado".


Ahí quería yo llegar. Simplemente para sacar una conclusión. Si estos tipos (y tipas) independentistas no reconocen al Gobierno Central, soberano por supuesto, estimo que no se van a presentar a las elecciones del próximo 21 de diciembre, ya que tampoco deben de reconocerlas. Ojalá fuera así. Pero la realidad va a ser otra. ¿Dónde van a ir, si no es a una poltrona para seguir viviendo del cuento? ¿Qué será de esos diputados barbudos y descarados y esas diputadas pelonas y mal encaradas si se quedan fuera de esta enorme farsa que han montado?

Mientras tanto, el amigo Carles sigue en Bruselas, al momento de escribir estas líneas. Paradójicamente asesorado por el mismo letrado que defendió a un buen número de etarras (ahora cuadra la figura del terrorista Otegui en todo esto). Está especializados en extradiciones y órdenes de arresto internacionales. ¡Ay, Puigdemont qué equivocado estás!

Junto a todo esto, en Bruselas nadie le ha prestado atención. No ha tenido puertas abiertas en ningún lugar. Nadie lo considera un “exiliado” ni un “refugiado” ni nada por el estilo. Y en Cataluña hay muchos desencantados que le esperan con los brazos abiertos… para llamarle cobarde o traidor. En cambio otros le damos las gracias, por habernos hecho ver que la unión entre españoles constitucionalistas aún sigue siendo posible.

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