La compañía tecnológica sueca Ericsson registró pérdidas por importe neto atribuido de 10.897 millones de coronas suecas (1.132 millones de euros) en el primer trimestre del año, frente al beneficio neto de 1.966 millones de coronas (204 millones de euros) del mismo periodo de 2016 como consecuencia de las amortizaciones de activos y cargos por reestructuración asumidos por la multinacional, que pretende intensificar sus medidas de reducción de costes.
Las ventas netas de Ericsson entre enero y marzo sumaron un total de 46.369 millones de coronas (4.816 millones de euros), una cifra un 11,2% inferior a la del mismo periodo del año pasado y que al excluir el impacto del cambio de moneda supone una caída interanual del 16%.
Las ventas de la multinacional escandinava registraron un descenso del 10% en Norteamérica respecto al año anterior, mientras disminuyeron un 29% en Latinoamérica y un 17% en Europa Occidental. Por su parte, la facturación de sueca aumentó un 1% en la región del Mediterráneo.
En el primer trimestre de 2017, las cuentas de Ericsson reflejan un impacto negativo de 3.300 millones de coronas (343 millones de euros) por el deterioro del valor de sus activos, mientras que asumió provisiones por importe de 8.400 millones de coronas (872 millones de euros) en relación a una serie de grandes proyectos.
Asimismo, la compañía sueca precisó que en los tres primeros meses del año asumió costes de reestructuración equivalentes a 1.700 millones de coronas (176 millones de euros) y prevé que en el conjunto del ejercicio estos oscilarán entre los 6.000 y 8.000 millones de coronas (623 y 831 millones de euros).
"Nuestro desempeño en el primer trimestre siguió siendo insatisfactorio", reconoció Börje Ekholm, presidente y consejero delegado de Ericsson, quien indicó que la "prioridad inmediata" es mejorar la rentabilidad de la compañía y adoptar medidas para "revitalizar" su liderazgo tecnológico y de mercado.
REDUCCIÓN DE COSTES.
Por otro lado, el máximo ejecutivo de Ericsson anunció la intención de la multinacional de "intensificar" sus esfuerzos para reducir los costes de la compañía con el objetivo puesto los cambios estructurales que generen ganancias duraderas de eficiencia y aumenten la competitividad de costes. "Nuestro objetivo es superar las ambiciones previas", declaró.
"No estamos satisfechos con la estructura de costes de la compañía y el actual programa de eficiencia de costes no está ofreciendo resultados suficientes", dijo Ekholm.
No obstante, el consejero delegado de Ericsson señaló la necesidad, por otro lado, de invertir en ciertas áreas estratégicas para desarrollar la cartera de productos, lo que puede provocar un incremento "temporal" de los niveles de costes.
De este modo, Ekholm expresó su confianza en que la nueva estrategia de negocio de Ericsson dará como resultado "una significativa mejora de la rentabilidad ya en 2018", apuntando que más allá de 2018 espera al menos doblar el margen operativo subyacente de la multinacional.