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El efecto mariposa

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Se dice, para explicar el cambio climático, que el aleteo de una mariposa en Japón puede provocar una catástrofe en cualquier lugar del mundo. Pónganle ustedes el nombre de su ciudad y completarán la frase de forma que refleje una situación caótica. Al cine de los últimos tiempos ha llegado esta moda, de manera que hechos acaecidos en distintas zonas del planeta, en principio sin relación entre sí, se ven entrelazadas por hilos en principio sin sentido. Ejemplos oscarizados son Crash, de Paul Haggis, y Babel, de Alejandro González Iñarritu. Quién nos lo iba a decir, lo más parecido a lo que ocurre en nuestra ciudad. Una Babel donde el entendimiento es hartamente improbable a partir de este momento, en el que las relaciones personales, políticas y económicas, han hecho Crash o crack, de forma definitiva.


Como muchos de nuestros vecinos he tenido acceso a la parte del sumario levantada por la juez. Créanme que nada me ha sorprendido, algunas cosas por exceso, otras por defecto. Titulo este artículo “El efecto mariposa” porque, además del juego de palabras del primer párrafo, así me ha parecido lo sucedido tras la denuncia de los, en 2.006, concejales del grupo Socialista. Una denuncia birriosa o biliosa, carente de conocimientos de lo que de verdad ocurría en la ciudad y de un contenido exiguo y falto de peso específico basado en suposiciones sin contrastar, que se ve amplificado de forma geométrica por la intervención de los efectivos de la UDYCO y la UDEF. Baste consultar la hemeroteca de quien escribe estas páginas, la del propio semanal que las sustenta o las de El Mundo de Málaga, para tener un infinitamente más elevado nivel de información de los hechos acaecidos en aquellas fechas. Para que ustedes se hagan idea del nivel de desconocimiento de los denunciantes, baste señalar que una de sus fuentes es la revista El Mirón y sus dos patéticos representantes. Aquellos que fueron expuestos a la vergüenza pública, en crónica televisada, por intentar organizar un partido político para saquear Estepona. Los mismos que tuvieron el honor de ser la lista menos votada de la historia de la democracia en nuestra ciudad.

Claro que, de los polvos de aquella denuncia, se suceden los lodos de los que hemos sido espectadores en las páginas de las transcripciones telefónicas. Es cierto que hay materia suficiente para llegar a la conclusión de que hemos sido gobernados por una organización de golfos apandillados, de la misma forma que hemos descubierto que muchos de los que aparentemente se han aprovechado de la situación que controlaban, han sido utilizados miserablemente por quienes manejaban los hilos. No voy a ser yo quien le ponga nombres y apellidos, pero las inexactitudes y los juicios de valor de los investigadores, gentes venidas de fuera que no conocen a los personajes y confunden las identidades, son profusas y continuas en las páginas que conocemos de la investigación. De la misma manera que nos hemos visto sorprendido por la desvergüenza de algunos y algunas que creíamos que eran víctimas de lo indiscriminado de una investigación de estas características. Por otra parte, carece de rigor a mi juicio, poner negro sobre blanco las opiniones y valoraciones que unos y otros hacen sobre los demás, dando por buenas sus conclusiones para hacer ver como ciertos hechos que quedan en la imaginación o la palabra de quién lo manifiesta. En cualquier caso, tras poner de manifiesto la primera impresión, hay certezas que son inequívocas: Una que el Ex-ínclito, Ex- alcalde, podrá ser cabeza de cualquier cosa, pero cerebro de nada. En segundo lugar, que han pululado por nuestra ciudad, los últimos seis años, una serie de personajes de opereta, que han decidido sobre vidas y haciendas, con el único y extraño mérito de hablar en nombre de no se quién en no se qué lugar del Norte de España. Tercero, que los denunciantes no son víctimas de nada, sino cómplices silenciosos del desaguisado durante largos años. Ellos o quienes, desde la ejecutiva de su partido, permitieron los hechos y callaron con la oreja pegada a lo que se decía desde el “teléfono rojo” del cerebro vacío. Por último, memorable la imagen de la oposición títere en la pantomima organizada por el maestro muñidor. Desde el correveidile múltiple, hasta el multicobrador del plenos a 1.500 euros la unidad, cuyo record asciende a ocho en un día. Para que luego digan de los comités de coordinación.

Claro que, para cachondeo de los de verdad, las aventuras de Willy y Licky, en busca de los cuatrocientos millones de vellón.

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