No soy una persona a la cual le guste crear conflictos, y menos en sitios en los que me siento querido. En estas precisas líneas, que a continuación redactaré, quiero dar a conocer mi postura como estudiante ante la inflexibilidad de la docencia en El Puerto de Santa María.
Me encuentro en una posición un tanto rara, no tuve la oportunidad de finalizar los estudios académicos en el centro en el cual estudié, desde los trece hasta los veinte años. Ante este problema y viendo que sólo me quedaba por terminar la misma materia en años diferentes, en mi caso Química de 1º y 2º, tuve que ser acogido, y se lo agradezco, por el IES Santo Domingo en el bachiller nocturno. Tras cursar 7 meses en el Santo Domingo, con una profesora ejemplar, me presenté a la Prueba de Obtención del Título de Bachiller por Libre para Mayores de veinte años, en la que conseguí un resultado favorable en ambas materias.
Ante tal alegría, me dispuse, hace un par de semanas, a adquirir la documentación pertinente para el acceso a selectividad en el Muñoz Seca, y que como rodillo aplasta sueños, acabó de un plumazo con toda la admiración que tenía puesta en aquel centro. Los alegatos de los señores secretarios fueron que no disponían de mi historial académico.
Algo falso, porque hacía solo 8 meses había ido a pedir mi certificado académico para el IES Santo Domingo. Con gran humildad, el secretario me dice “tendrás que inscribirte para la selectividad en Jerez”, lugar donde realicé la Prueba de Obtención del Título de Bachiller por Libre para Mayores de veinte años.
Ante tal generosidad, me dirigí a cierto sector de profesorado, que me aconsejó hablar con jefatura de estudios, con los que tengo gran amistad como con muchos de los profesores que trabajan allí.
Mi sorpresa fue de nuevo que como un bunker sin un ápice de consideración, rechazan cualquier alternativa. Ante este panorama, consideré en el mismo instante a esos señores personas sin escrúpulos, y los cuáles nunca tendría mi gratitud como trabajadores de aquel centro en el que cree mis ideales y crecí como persona.
Por todo esto, considero la postura de los Centros Docentes como máquinas que trabajan al 70% y que exigen a los alumnos un 200% para superar ciertas asignaturas, para finalmente obtener una vez abandonado estos centros, sólo portazos en las narices.
Ante todo, agradecer a muchos profesorados del Muñoz Seca, por su tiempo hacia mi persona y al IES Santo Domingo, porque me ha demostrado ser un centro con mucho nivel en lo referente a educación y respeto por el alumnado.
Por ultimo, tras este tiempo que os he robado, quiero dejar claro que solo busco llegar a esos alumnos, que como un servidor, son aplastados por estos centros a los que le damos tanto y recibimos NADA.
Javier Ramírez
el puerto
