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Abengoa mantendrá el contrato de 1 millón para Benjumea pese al macroajuste

La empresa oculta el plan de viabilidad a la Bolsa mientras sindicatos y Junta le piden que aclare el impacto en el empleo

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  • felipe benjumea (izqda) -

La situación de Abengoa sigue siendo igual de crítica que la semana pasada, pese a la aprobación del plan de viabilidad en el consejo de la compañía el lunes, que ahora deberá negociarse con bancos y bonistas. Pese a que ese documento prevé una fortísima reducción de plantilla, desde 28.600 personas hasta 9.000, como consecuencia de la venta de activos y los despidos previstos, la empresa no recortará en el sueldo de su alta cúpula directiva.

En concreto, mantendrá el contrato de asesoramiento como externo que Felipe Benjumea, presidente de honor y expresidente ejecutivo durante 25 años, firmó en septiembre por 1,08 millones de euros anuales y vigencia hasta final de 2016. Tampoco se han anunciado recortes de sueldos en las remuneraciones de los consejeros o altos directivos. Mientras, sí se contempla en el plan la eliminación de pluses y ventajas laborales a los empleados.

La empresa, en cualquier caso, señaló ayer a través de informaciones difundidas por Europa Press, que no prevé “recortes traumáticos ni en el número de efectivos, especialmente en España, ni de salarios”, ya que no se considera que se tenga mucho margen en este aspecto con unas remuneraciones de sus empleados “por debajo de otras compañías del sector”. Fuentes internas de la empresa señalan sin embargo que, cuando Abengoa negoció su rescate por parte de la firma vasca Gestamp, esta se alarmó antes las altas remuneraciones de un amplio núcleo de mandos altos e intermedios. Altas en relación con las de la propia Gestamp en puestos similares, según esas fuentes.


Sólo un “plan operativo”

Abengoa, en cualquier caso, no ha difundido públicamente el plan ni siquiera al regulador bursátil español, la CNMV. Este órgano le requirió ayer más información ante el exiguo comunicado de dos párrafos remitido en la noche del lunes tras aprobarse el plan en el consejo. La empresa se mantuvo ayer en sus trece de no desvelar el documento y contestó a la CNMV que no incluye ninguna “propuesta de reestructuración financiera”, sino que se trata de “un plan puramente operativo”. La compañía que preside José Domínguez Abascal se compromete a informar a la Bolsa del acuerdo de reestructuración que prevé alcanzar antes del 28 de marzo.

Una negociación que es un proceso “delicado, complejo y del que tiene que salir una solución con una nueva estructura de la deuda y de capital”, según E. Press. El concurso y la liquidación “es un escenario que no conviene a nadie”, definde la empresa ante las reticencias a perdonar deuda y cambiarla por acciones de parte de los bancos acreedores.

800 millones

Al mismo tiempo, tanto los sindicatos UGT y CCOO, como la Junta de Andalucía, aludieron ayer al impacto laboral de ese plan de viabilidad, que prevé la reducción del tamaño a la mitad. Pidieron que la empresa lo detalle y que sea el mínimo posible.

Junto a todo ello, se cifra ya en 800 millones la máxima de deuda con proveedores que habría vencido sin pagarse en marzo próximo, fecha límite para alcanzar un pacto con los acreedores (proveedores incluidos). Hasta ahora ya han vencido entre 300 y 500 millones sobre un total de 5.000 millones pendientes a sus suministradores.

Sin mediación para retrasar pagos por despidos

La dinámica que está siguiendo Abengoa con el personal al que despide está derivando en decenas de demandas judiciales. No obstante, según distintas fuentes jurídicas consultadas, la mayoría de los casi 600 despedidos en los últimos meses no está demandando a la empresa por temor a lo que les pueda ocurrir a los familiares que siguen trabajando en ella. Abengoa ha fomentado siempre que haya varios miembros de una misma familia empleados, ya sean cónyuges, hijos o parientes de segundo grado.

En los casos en los que sí se está demandando, la estrategia que sigue el departamento de Recursos Humanos, que dirige Álvaro Polo, es distinta de la que se venía siguiendo los últimos años, antes de que se iniciara la actual crisis en agosto. Si antes la empresa siempre acudía al Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (Cemac) de Sevilla y se alcanzaba un acuerdo económico con el empleado, ahora ya no lo hace nunca.

Con ello, obliga al trabajador a denunciar a los juzgados de lo Social que, ante su colapso, están señalando los juicios para el primer semestre de 2017. Dos son los contratos temporales más usuales en Abengoa: el eventual por circunstancias de la producción (que se puede mantener sólo seis meses, pero que se mantiene más en la práctica) y el de obra y servicio (que se usa en trabajadores no adscritos a obras o que se mantiene pese a que el empleado cambie de tarea o promocione).

 

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