El año pasado, diecisiete trabajadores murieron en su puesto de trabajo. De ellos, el 70 por ciento tenían rubricados contratos temporales. Esta lacra social que representa la siniestralidad laboral fue rechazada ayer por los sindicatos. Casi un centenar de delegados de UGT y CCOO se concentraron en la Plaza de las Batallas para protestar por el “nefasto” año 2008. 

Durante la concentración, convocada bajo el lema “Trabajo estable y sin riesgo”, ambos sindicatos exigieron medidas para parar el espectacular ascenso en el número de los accidentes mortales, que se incrementaron un 140 por ciento. El secretario general de CCOO-Jaén, José Moral, lamentó que con la crisis económica como excusa “se pretende pasar de puntillas” por un tema como éste que los empresarios “ven como una imposición y no como un compromiso”. En este sentido, afirmó, con rotundidad, que “ninguna crisis” puede justificar la muerte en el trabajo de un empleado. 

Los factores que influyen en esta lacra fueron desgranados por el secretario general de UGT-Jaén, Manuel Salazar: precariedad, subcontratadción, falta de información y falta de medidas preventivas. En este sentido, exigió a las administraciones más medios para la Inspección de Trabajo y a la patronal para que “cumplan con su obligación y compromiso de salvaguardar la salud”. 

A pesar de que el año pasado fue “nefasto”, la Junta de Andalucía destacó ayer un descenso de la siniestralidad en el primer trimestre del año y en todos los sectores. En declaraciones a Europa Press, el delegado de Empleo, Manuel León, detalló que ha habido una reducción del 25 por ciento en la tasa global de accidentes laborales.