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La tribuna de Viva Sevilla

Carbures y el lobo

Se acusa al MAB de falta de control. Todo el mundo parece haber olvidado que nuestro alternativo se creó a imagen y semejanza del AIM británico, como un sistema multilateral de negociación, promovido por Bolsas y Mercados Españoles y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

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Las redes sociales son la nueva plaza del pueblo. Un foro popular en el que cada cual vocea su propio bando o leyenda de juglar. En los últimos días, la compañía Carbures ha sido el protagonista de esas historias que van de boca en boca en forma de tuit.


Los resultados de la auditoría a la que se ha visto sometida la empresa gaditana y que la ha mantenido suspendida durante casi tres meses se pusieron sobre la mesa el pasado 3 de enero. En el compás de espera, muchos se empeñaron en encajar a la distribuidora y fabricante de fibra de carbono en la fábula de Pedro y el lobo. “Os lo llevamos avisando desde hace meses, Carbures es el nuevo Gowex”. Lamentablemente para los agoreros sus profecías no se cumplieron.


La compañía volvió a cotizar y, tras el primer traspiés lógico del primer cruce, se ha revalorizado cerca del 25% desde mínimos. Obviamente, no son los 5,3 euros con los que se despidió del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) en octubre, pero el rebote dice mucho del futuro de la gaditana. Carbures ha trabajado duro para demostrar que no es un ‘bluff’ y los inversores sabrán recompensárselo con su confianza. Tiempo al tiempo.


El informe de PwC no supone una reformulación de cuentas, sino un matiz contable que responde al objetivo de transparencia de una compañía que se está preparando para dar el salto al Mercado Continuo, que quizás se apresuró demasiado. Despeja, sobre todo, dos grandes dudas: tenía operaciones vinculadas que se han demostrado intrascendentes y se ponía en duda un contrato importante con China que ya no se pone en duda.


Precisamente esta transparencia no se ve en muchas de las empresas del Continuo ni del Ibex. FCC tuvo impagados de 1.800 millones de euros y no se suspendió y Abengoa tenía contabilizados de forma errónea 1.200 millones de euros de deuda y se suspendió solo durante un cuarto de hora. Esta realidad desliza una pregunta inquietante: ¿Las empresas del Ibex y Continuo juegan con reglas distintas?


A menudo se acusa al MAB de falta de control, de ausencia de reglas. Sin embargo, todo el mundo parece haber olvidado que nuestro alternativo se creó a imagen y semejanza del AIM británico, como un sistema multilateral de negociación, promovido por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los comienzos de mercado británico también fueron tumultuosos y tuvo que afrontar -como el MAB- el escepticismo sobre cómo evolucionaría. Sólo la determinación del London Stock Exchange (LSE) logró sacar adelante el proyecto, que posteriormente se copió en las principales plazas bursátiles europeas. Ahora, es tiempo de que nuestro regulador haga su apuesta.


De hecho, se están dando los últimos pasos para la entrada en vigor la ley de fomento de la financiación empresarial, una nueva norma que impulsa el acceso a créditos para pymes y fija un límite máximo de capitalización de 500 millones de euros para operar en el MAB. La medida nace con el objetivo de evitar situaciones como la de Gowex pero, ¿es eso lo que requiere el mercado?
El reglamento ya existe y es efectivo, solo hay que aplicarlo. Además, el propio mercado ha demostrado que comienza a madurar. En su vuelta al parqué, el desplome de la compañía que encabeza José María Tarragó no se contagió a otros valores, lo que demuestra que los inversores valoran ya a cada empresa por sus resultados y su hoja de ruta. Y que saben responder ante empresas que dan la cara y que, no nos engañemos, acaban demostrando que tienen detrás un negocio sólido. Carbures cerrará previsiblemente 2014 con ingresos de 58 millones de euros, un 300% más y prevé llegar en 2015 a 118 millones.


Lejos de una huida hacia delante, la compañía gaditana ha optado por continuar con el plan trazado y colocar al frente de la directiva a José María Tarragó. El nuevo CEO de Carbures es quizás el mejor gestor de compañías del sector automoción de España, precisamente uno de los sectores en los que Carbures tiene más potencial. De hecho, la anterior división que gestionaba pasó de manejar 40 a 700 millones de euros.


Por tanto, la mayor fortaleza de la empresa gaditana es su modelo de negocio disruptivo, sin apenas competencia. Carbures, en cambio, no trata de hacer el acero más barato y venderlo, sacando un beneficio de ello, si no que lo cambia por fibra de carbono, despejando de su competencia a las acerías. Llamadme visionario ahora a mí: a medio plazo, en un período de varios años, podremos verla superando los 1.000 millones de euros en ingresos.

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