Es el caso de Jesús Sánchez Expósito, que descubrió su habilidad con tan sólo cuatro años. “Recuerdo que era un niño muy inquieto y en casa de unos amigos de mis padres, jugando con plastilina, comencé a hacer mis primeros pasos de Semana Santa”, explicaba el joven. De hecho, de aquel inicio salió el modelado de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
A sus 26 años se prepara para trabajar como técnico en Energía Solar Térmica, pero su principal pasión es el trabajo en miniaturas. Las piezas, todas misterios jienenses e incluso sevillanos, como el paso de San Gonzalo de Triana (encargado a este joven por uno de sus costaleros), tienen un tamaño de 45 centímetros de largo, 30 de ancho y una altura que no supera los 50 centímetros. “No me resulta difícil más que las piezas más pequeñas, como los olivos que van en algunos misterios”, decía Jesús Sánchez.
Un trabajo como éste, con dedicación continuada, le roba poco más de cuatro horas. Por el momento no ha hecho ninguna exposición para mostrar sus piezas, pero busca la posibilidad de exponer sus trabajos en los escaparates de los comercios más céntricos de la ciudad. “Es una vía para dar a conocer mi trabajo”, comenta.
Desde la Hermandad de La Clemencia un cofrade le ha encargado el paso de Nuestro Padre Jesús de la Caída. Además, está pendiente de conversaciones con su hermana mayor, Encarnación Martínez, para estudiar la posibilidad de realizar en miniatura los tres pasos que saca en estación de penitencia la Hermandad magdalenera.
Además del Misterio de San Gonzalo (Sevilla) tiene terminado el Misterio del Cristo del Amor. “No sé si podré dedicarme profesionalmente a esto, pero me gustaría poder vender lo que hago”, argumentaba. El precio de éste último, oscila entre los 800 y 1.000 euros.
Su único utensilio son las manos, lejos de trabajar con palillos con los que modelar las imágenes en miniatura. La madera, el cristal y el plástico, todo nuevo, son comprados por este artista que quiere hacerse un hueco en la artesanía tradicional e imaginería jienense.