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02/06/2024  

Adiós al ?Carabanchel? de Jerez

La demolición de la antigua cárcel de La Asunción era un hecho esperado, pero el saber que en cuestión de meses será derribado este símbolo para la memoria histórica de Jerez ha despertado la nostalgia entre los que trabajaron allí.

  • Probablemente en el mes de junio comiencen los trabajos de derribo de esta histórica cárcel levantada en la época franquista
La prisión de La Asunción no es Carabanchel, pero para los jerezanos como si lo fuera. Tras sus muros se esconden cientos de historias, desde que se levantara en plena sociedad franquista, allá por los años sesenta, hasta su cierre definitivo hace casi una década para sumirse en el más absoluto abandono. En unos meses será por fin demolida, una decisión que ha despertado la nostalgia entre los funcionarios que trabajaron allí. Algunos, como Carlos Garófano, actual subdirector del CIS, recuerdan su estructura, la forma en la que fue construida, conocida como “palo de teléfono”, con las galerías bien localizadas para controlar todos los movimientos que se realizaban entre sus paredes. Entonces burlar la seguridad era mucho más fácil que en los actuales centros tipo. Lo cierto es que ninguno pudo escaparse, aunque para el recuerdo quedan varios intentos fallidos. De hecho, un grupo de reos de nacionalidad belga trataron una vez de fugarse. El modus operandi para salir del encierro fue similar a la empleada por Tim Robbins en la película Cadena Perpetua. Un detalle que no todo el mundo conoce es que la vieja cárcel fue una contemporánea para la época al construirse en el patio central una piscina que años más tarde sería tapada con cemento. Los internos idearon la manera de salir por las tuberías que comunicaban con esta alberca, pero todo quedó en eso, en un intento poco afortunado de escapar.
Los internos que pasaban por allí solían ser “delincuentillos de poca monta”, comentan varios funcionarios, condenados sobre todo por delitos de “trapicheo”, y robos de poca importancia cometidos por toxicómanos. Tampoco faltaron presos mediáticos como De Juana Chaos, que ya en los años ochenta apuntaba maneras, o los primeros inculpados por el Caso Holgado que al poco tiempo consiguieron salir a la calle. Dicen que la antigua prisión de Jerez nunca fue una cárcel conflictiva. No hubo muchos motines pero sí protestas de todo tipo. Garófano, que trabajaba como jefe de servicio, echa la vista atrás y recuerda la práctica habitual de subirse a los tejados de la prisión para quejarse y reinvindicar libertad. “Era la escena típica de todos los telediarios”, señala un trabajador que estuvo allí hasta que la prisión se convirtió en un centro para terceros grados.
Y pese a que los tiempos han cambiado y las modernas fortificaciones carcelarias, como es el caso de Puerto III, distan mucho de las prisiones franquistas, hay ciertas cosas que no cambian. La droga sigue estando presente en todo centro penitenciario, “aunque entonces se movía más cantidad y era más fácil colarla”, comentan. Las agresiones y la reincidencia también siguen estando a la orden del día.
El Ministerio del Interior ha anunciado ya que en el mes de junio podía derribarse este antiguo reclusorio que en los últimos tiempos se ha convertido en una amenaza para la seguridad ciudadana, por su abandono y pasando a ser un “chutadero”. Probablemente no habrá manifestaciones como las de Carabanchel, pero se demolirá todo un símbolo para la memoria histórica de Jerez.
begopikos@gmail.com

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