El Bundesbank ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía alemana, que este año apenas crecerá un 0,3%, una décima por debajo de lo anticipado anteriormente, mientras que en 2014 lo hará un 1,5%, lejos del 1,9% contemplado en su anterior pronóstico.
No obstante, el banco central alemán confía en que Alemania será capaz de continuar creando empleo, lo que permitirá cerrar 2013 con una tasa de paro del 6,8% y del 6,7% un año después.
"Gran parte dependerá de si la situación económica se estabiliza en los países en crisis de la zona euro", explicó el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, quien también advirtió del riesgo de un debilitamiento de la consolidación fiscal.
"Un debilitamiento de la consolidación y las reformas podría acabar nuevamente con la confianza, lo que afectaría negativamente a los mercados", añadió.