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Donar sangre proporciona vida

La ciudad de Utrera acoge desde el lunes y hasta el próximo viernes una campaña de donación de sangre promovida por el Centro Regional de Transfuiones Sanguineas de Sevilla (CRTS). La sangre es un elemento curativo de primera necesidad, que ni se compra ni se fabrica.

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  • Primera toma de contacto antes de proceder a la donación.
  • La sangre es un medicamento vital cuya obtención depende de la sensibilidad ciudadana
  • La donación es un acto humanitario, sencillo y rápido que no supera los 15 minutos y salva vidas

La sangre es el único producto básico e indispensable en la sanidad pública y privada que no se puede fabricar ni comprar: su obtención sólo depende de la buena voluntad de los ciudadanos sensibles. Es, por otro lado, un medicamento vital. 

El pasado lunes 19 se inició en la ciudad, concretamente en el centro cultural La Fontanilla, una campaña de donación de sangre que culminará el próximo viernes 23 en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús. Hay cuatro requisitos básicos que deben cumplir todos aquellos que deseen acudir como donantes desde hoy hasta el viernes, que son los siguientes; pesar más de 50 kilos, ser mayor de edad, gozar de buena salud y no acudir en ayunas. 

Actualmente, hay cada vez una mayor demanda de sangre en los hospitales de nuestras ciudades debido a circunstancias sociales, como son el envejecimiento de la población o el mayor número de accidentes de tráfico. Por otra parte, las normas que emanan de la Unión Europea limitan cada vez más las condiciones para que se produzca una donación; esto es debido a la búsqueda de una garantía en la seguridad personal de los donantes y de las personas que reciben dich transfusión. 

En este sentido, la seguridad que implica el acto de donar sangre debería de facilitar el hecho de la obtención de un bien tan necesario como este. No obstante, aun existe cierta reticencia por parte del ciudadano de a pie a efectuar un acto tan solidario como necesario. Todos recordamos los desgraciados acontecimientos que se dieron lugr el 11 de marzo de 2004 en Madrid. Tras los atentados, los ciudadanos donaron masivamente. Pero, esa sangre obtenida no se pudo transfundir hasta pasadas 24 horas. Esto significa que debe haber un mínimo de unidades en reserva que puedan utilizarse inmediatamente ante cualquier catástrofe. La sangre debe esperar al enfermo, no el enfermo a la sangre. 

Para ello existen las campañas de donación de sangre, para concienciar a la poblción de lo necesario de esta práctica. Dice un antiguo proverbio que el desconocimiento es el peor de los miedos. Para que ello no ocurra, bienvenida sea una breve explicación acerca del proceso de donación de sangre. 

El acto es sencillo y rápido, puesto que no excede más de unos 15 minutos, Previamente, los potenciales donantes deben rellenar un cuestionario de autoexclusión. Sirve esto para descartar personas con prácticas de riesgo como la drogadicción, relaciones sexuales promiscuas, relaciones con prostitutas o cuyas parejas hayan tenido anteriormente las prácticas de riesgo anteriormente citadas. Posteriormente, el médico hace un reconocimiento previo a la donación. En caso de detectar alguna alteración que puediera causar riesgo al donante o al transfundido, se rechaza en el acto la posibilidad de donar 

Antes de la donación se realiza un análisis de sangre con el fin de descartar posibles anemias. Tras la donación, se realizan los reglamentarios análisis de sangre en los laboratorios del CRTS antes de la separación de los componentes de la sangre (hematíes, plasma y plaquetas). Estos análisis consisten en un estudio de detención de posibles infecciones (hepatitis B, hepatitis C-antígeno y anticuerpo-, sífilis,VIH, transaminasas) y un hemograma para la extracción exclusiva de plaquetas o plasma. todos estos procesos están supervisados por el personal facultativo especialista en Hematología y Hemoterapia, y por el departamento de control de calidad. 

Tras realizar la transfusión, los donantes reponen los componentes sanguíneos en breve plazo de tiempo, es aconsjable, de todos modos, la ingestión de líquidos posterior al acto de la donación de sangre. Tras este acto solidario ¿qué ocurre con la sangre que ha sido donada? 

Al contrario de lo que muchos pueden pensar, únicamente en casos especiales se transfunde la sangre entera. Usualmente sólo se hace con algunos de sus componentes, a saber, hematíes, plama o plaquetas. Cada uno de ellos se aplica en diversos tipos de pacientes. 

Así, las hematíes se aplican a enfermos sangrantes en general y concretamente en situaciones de trasplantes, intervenciones quirúrgicas, politraumatismos, accidentes de tráfico y enfermedades crónicas como cáncer o anemia. Las hematíes tienen una vida media de 40 días en temperatura entre 4 y 6º C. 

Las plaquetas se transfunden igualmete a pacientes sangrantes y concretamente sirven a leucemias, cánceres con tratamiento de quimioterapia, trasplantes de hígado, etc. Sólo pueden conservarse durante 5 días tras la donación a una temperatura entre 20 y 24º C. 

Por último, el plasma se prescribe en hepatopatías, en pacientes quemados, hemofílicos, etc. Es un producto sanguíneo que puede congelarse y tiene una fecha de caducidad de un año. Se envía a la industria farmaceútica, que tras varios procedimientos químicos, lo devuelve en forma de gammaglobulinas, vacunas o Factor VIII para la coagulación en tratamiento a pacientes hemofílicos. Los Centros Regionales de Transfusión Sanguínea son los encargados de distribuirlos a los hospitales públicos y privados. 

De esta forma contribuyen los distintos componentes de la sangre de los donates a mejorar la vida de quienes lo necesitan, pero ¿Cuál es el grupo sanguineo más demandado? Un 85% de la población española tiene RH positivo. La mayoría se incluye en los grupos A y 0, por este orden. Por ello, los grupos de los que se pudieran disponer menos reservas en el banco de sangre son, principalmente, los A y 0 negativos. Este último, es decir, el 0 RH negativo es el más utilizado por ser el donante universal de hematíes. En cambio, el AB es el donante universal de plasma. Para las plaquetas no existe un donante universal, aunque habitualmente se suelen transfundir plaquetas del mismo grupo que el receptor. 

Todo esto para atender a una gran demanda diaria de receptores, que sólo en los hospitales de la provincia de Sevilla es de 200 a 270 unidades. Esto significa que se debe alcanzar la cifra mínima de 58.000 donaciones al año para garantizar las necesidades básicas de los centros sanitarios. En la provincia hay una población con enfermedades crónicas que necesita atención sanguinea periódicamente, como pueden ser leucemias, anemias aplásticas, cánceres, hepatopatías graves, etc… 

Por otro lado, ha subido enormemente la cifra de trasplantes debido al aumento de donaciones de órganos, siendo España el pais con la cifra más elevada de Europa en este campo. Hay varios tipos de trasplantes en los que es necesaria la transfusión sanguínea, pongamos por caso el de riñón, corazón y, especialmente, el hepático. 

Otros casos que requieren especialmente de componentes sanguíneos son los politraumatismos, particularmente los traumatismos craneoencefálicos, que se incrementan aún más en periodos sensibles a accidentes de tráfico (Navidades, Semana Santa, verano...). Por poner un ejemplo en este sentido, Un paciente con un bazo o un hígado roto puede tener una necesidad urgente de 20 unidades de sangre. Por estas y más razones, donar sangre es donar vida.

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