Jesús Mendoza ha entrado en el club de los cuatrocientos. Es ya el segundo jugador del Xerez que más encuentros ha disputado (Vicente Moreno ha sumado 420) y el primer jerezano que ha llegado a esa suma como jugador del primer equipo. Y va a ser el primer jugador jerezano que va a recibir la insignia de oro y brillantes del club. Antonio Millán ha dado a conocer que el consejo ha decidido otorgarle dicha distinción de la que el propio presidente le hará entrega en los prolegómenos del encuentro ante el Numancia.
Fue el 29 de agosto de 1999 cuando Jesús Mendoza debutó con el primer equipo. Fue su primo José María Martínez quien llamó al Xerez para indicarle que Jesús quedaba libre, por una mala gestión de despacho del Cádiz, que a su vez lo tenía cedido en el Portuense. Pepe Salado anduvo listo y firmó al jugador nacido en El Chicle, que también había jugado en el Jerez Industrial y en el Flamenco, y se le hizo ficha del segundo equipo, del Xerez B, aunque ya debutó con el primer conjunto, de la mano de Nene Montero en la primera jornada de la campaña 1999/00. Fue en Motril y el Xerez, en Segunda B, venció 2-3. Mendoza se acuerda perfectamente “de ese partido. A partir de ahí y poquito a poco he marcado una regularidad que me ha permitido estar muchos años en el club”.
Debut en Segunda
En declaraciones que recoge la web oficial del Xerez, y realizadas al compañero Jaime Durán, el capitán azulino se muestra “muy contento, porque si se llega a una cifra así es para estarlo. Vestir la camiseta del Xerez tantos partidos no es fácil”.
Muchos recuerdos se agolpan en la mente de Jesús Mendoza. Desde el gol en el encuentro de su debut en Segunda ante el Sporting en El Palmar sanluqueño “fue muy importante tanto para mí como para el equipo. Fue en el regreso a Segunda y era importante empezar bien. Firmamos un gran año y nos quedamos a las puertas del ascenso” al ascenso a Primera División ante el Huesca el 13 de junio de 2009, un fecha que está en el corazón de un jerezano y xerecista porque “es algo que no se puede olvidar”.
Tampoco se pueden olvidar los malos tragos pasados por Jesús Mendoza. Equipos como el propio Sporting, el Betis o el Albacete llamaron a su puerta para jugar en Primera, pero nunca le dejaron salir. Y cuando el equipo xerecista, su equipo, ascendió, estuvo a punto de irse.
Despedida y retorno
Incluso, en una rueda de prensa en el Hotel Sherry Park se despidió de la afición, pero finalmente “lo medité mucho y opté por jugar en Primera con el Xerez. Tuve problemas personales, pero sabía que los compañeros y el club me iban a ayudar”.
En la página web del Xerez dio “las gracias a la afición por las muestras de cariño que me han dado y al club por haberme apoyado tanto”. Mendoza incluso agradecía “el interés de los equipos que han estado interesados en mí y les pido disculpas por mi decisión porque han puesto mucho empeño en hacerse con mis servicios, pero jugar en Primera con el Xerez era mi sueño”.
El cariño de la gente
De entre tantos recuerdos a lo largo de estas temporadas, Jesús Mendoza se queda “con el cariño de la gente. He pasado muchas dificultades y con ese cariño siempre presente me han ayudado y yo he intentado devolvérselo en el campo”.
Jesús Mendoza nació en Febrero de 1977 por lo que llegó al Xerez con 22 años. Es el jugador que más campañas consecutivas ha estado vistiendo la elástica azulina y en 2009 fue nominado para el mejor defensa lateral zurdo de la Segunda División, aunque curiosamente él no comenzó jugando de lateral, sino de interior.
Fue Nene Montero quien lo colocó en el lateral derecho, formando una pareja por dicha banda con el isleño Canito que le dio muy buenos resultados al Xerez en la campaña 1999/00 aunque no sirvió para lograr el ascenso de categoría. Éste llegaría a la próxima campaña con Gail, primero, y Máximo Hernández, después, de entrenadores. El lateral zurdo de aquel equipo era otro jerezano, Daniel López Ramos, y recuerdo cómo Mendoza, cuando se supo del adiós de López Ramos al Córdoba, comentaba que “yo lo que quiero es que me den el dorsal tres, que ya no lo suelto”.
Y no lo ha soltado. Diez temporadas consecutivas llevando el dorsal 3 del Xerez a sus espaldas. Fue Schuster quien le dio la titularidad en Segunda y quien, un año más tarde, se la quitó, impidiendo incluso su traspaso al Sporting. Fue uno de los momentos amargos de Mendoza, que sin embargo en la temporada 2003/04 recuperó los galones de titular y de ahí hasta el ascenso a la gloria del fútbol español, aunque la campaña en Primera División no fue, en lo personal, lo satisfactoria que él hubiese querido, ya que las lesiones se cebaron con él. Tampoco lo fue en lo deportivo ya que el equipo únicamente pudo estar una campaña entre los grandes.
La temporada pasada, en un ejercicio de xerecismo, se bajó considerablemente sus emolumentos de cara a poder renovar una campaña más con el Xerez. Finaliza compromiso el 30 de junio, pero se encuentra en un momento formidable, lleva ya disputados diez partidos de Liga y dos de Copa y está viviendo una segunda juventud. Viqueira ha dicho de él “que se retirará cuando quiera hacerlo”.
Su futuro lo quiere enfocar como entrenador. Ya está con Deus llevando a los alevines del Xerez, creó una escuela de fútbol, con su nombre, en San Isidro y algún día podría sentarse en el banquillo de Chapín con su Xerez, aunque, de momento, lo suyo es correr la banda izquierda y seguir trabajando para que este Xerez consiga estar lo más arriba posible, aunque habrá que apretarse ya que en Valladolid el equipo casi tocó fondo y “hay que levantarse y seguir hacia adelante”.
Enderezar la situación
No quedó satisfecho de su partido cuatrocientos porque “al menos pudimos empatar. Me cogió cerca la jugada del penalti y Silva toca balón, aunque si comenzamos a acordarnos de los árbitros mal nos va a ir, tenemos que ganar, sumar de tres en tres y salir ya definitivamente de esta racha adversa de resultados”.
Jesús Mendoza no quiere que el equipo pase apuros, no quiere mirar la clasificación, sino mirar hacia el próximo partido, el que será el 401 de su particular historia como xerecista.