El Ayuntamiento de San Fernando ha ordenado el inicio de los trámites administrativos necesarios para proceder a la demolición del edificio principal del CEIP San Ignacio, declarado en ruina hace poco más de un año, a finales de enero de 2024.
Aunque la decisión estaba en la hoja de ruta del Gobierno local de Patricia Cavada, los acontecimientos del pasado fin de semana, cuando se precipitó parte del techo del edificio de Primaria clausurado y con vallado perimetral y malla de contención que evitan que los cascotes caigan en la vía pública, han obligado a la Administración local isleña a acelerar el proceso.
La decisión, como deja claro el Ejecutivo local, se adopta, además, ante el “abandono absoluto, la falta de respuesta y el silencio por parte de la Junta de Andalucía respecto a cuáles son sus planes de un nuevo centro”.
Y en este contexto, que coincide con la reciente adjudicación de las obras por parte del Ayuntamiento para construir el nuevo office en el edificio de Infantil, y la última semana del proceso de escolarización del curso 2025/2026, la AMPA saca pecho por su colegio, su proyecto de enseñanza y por la unión de la comunidad educativa. “Vamos todos a una, es un colegio muy familiar que se está revalorizando”, señala Rafael Fernández, de la junta directiva de la Asociación de Padres y Madres, que prefiere incidir en todo lo bueno que viene para el próximo curso y dejar atrás los últimos años. Eso no quiere decir que no reivindiquen su proyecto de ampliación, que tienen claro que ahora está en el tejado de la Junta de Andalucía. “Es la que tiene qué decir qué hacemos con el terreno cuando el Ayuntamiento lo derribe”.
“No le hemos dado más importancia de la que tiene, son unos cascotes que se han caído, pero el edificio está descatalogado, no está en funcionamiento, y no pertenece ya al colegio sino al Ayuntamiento, que es el que tiene que demolerlo y que ya le dijo a la Junta que tenía el suelo para construir un nuevo colegio o hacer una ampliación en el colegio de Infantil, en la plazoleta que colinda a la puerta”, apunta el representante de las familias. Remarca que el colegio “está funcionando muy bien, nos van a hacer un comedor en el Infantil que si Dios quiere tendremos el curso que viene y tenemos las prefabricadas”.
Lo que sí les urge, como apunta, es que la delegada territorial de Desarrollo Educativo de la Junta, Isabel Paredes, se reúna con la comunidad educativa y les detalle los planes de la Administración andaluza. “Que nos diga si nos va a ampliar el colegio o nos va a hacer un colegio nuevo”.
Mientras tanto desde el Gobierno municipal recuerdan que ya en octubre de 2023 el Ayuntamiento envió a la Junta un borrador de convenio para articular el suelo necesario para construir el nuevo centro educativo o la ampliación del San Ignacio, lo que ya incluía la posible demolición del edificio. El problema es que a estas alturas, como precisan, la propuesta remitida “sigue sin respuesta”.
Pese a las reiteradas llamadas al diálogo y la búsqueda de colaboración institucional, remarcan, la Junta “sigue sin ofrecer respuesta ni hoja de ruta clara sobre las necesidades reales de suelo, ni sobre el calendario para la ampliación del centro o la construcción de nuevas instalaciones”.
Desde el Ayuntamiento, recalcan, “cumplimos los compromisos adquiridos con la comunidad educativa, priorizando actuaciones urgentes como la ejecución del nuevo office para retomar el servicio de comedor. A pesar del retraso acumulado por parte de la Junta —y de verse obligado a rehacer por segunda vez un proyecto erróneo remitido por la Administración andaluza— el Consistorio ha adjudicado ya esta obra esencial.