Científicos del Instituto Hinda y Arthur Marcus de Investigación sobre el Envejecimiento, de Hebrew SeniorLife (EEUU), han asociado la exposición a temperaturas elevadas o bajas en el hogar con una disminución del rendimiento cognitivo en adultos mayores.
El estudio, publicado en 'Journal of Gerontology: Medical Sciences', ha monitoreado las temperaturas del hogar y las dificultades de atención en 47 adultos de 65 años o más a lo largo de un año y sus hallazgos se han vinculado con el riesgo que podría suponer el cambio climático.
Las personas mayores analizadas tenían menos dificultades para mantener la atención cuando la temperatura de su hogar oscilaba entre 20 y 24 °C. Fuera de este rango, la probabilidad de tener dificultades de atención se duplicaba si la temperatura variaba 4 °C, bien fueran de incremento o de disminución.
A partir de estos resultados, los investigadores han advertido acerca del peligro al que están expuestas las personas mayores. Para los expertos, los riesgos son particularmente preocupantes en el caso de las poblaciones de bajos ingresos y desatendidas, que pueden tener menos recursos para regular la temperatura de sus casas.
"Esta investigación destaca la necesidad de intervenciones de salud pública y políticas de vivienda que prioricen la resiliencia climática para los adultos mayores. A medida que aumentan las temperaturas globales, garantizar el acceso a entornos con temperatura controlada será crucial para proteger su bienestar cognitivo", ha asegurado el autor principal del estudio, Amir Baniassadi.
Entre las posibles soluciones, los científicos han destacado la opción de integrar en los hogares tecnologías que optimicen las temperaturas interiores, mejorar la eficiencia energética en las viviendas y ampliar el acceso a los recursos de refrigeración.
