La llegada del Heraldo Real un día antes de lo previsto a San Fernando ha acelerado los nervios y la ilusión de los niños y niñas de San Fernando, que no han podido evitar los nervios típicos del momento a la hora de entregar sus cartas al Mensajero Real y llegar a conversar con él junto al árbol de Navidad gigante de la plaza del Rey.
Allí ha ido recogiendo sus misivas uno a uno mientras los pequeños aguardaban impacientes ese momento en la cola con sus familias.