La Navidad es una época de reuniones familiares, celebraciones y, para muchos, cenas en restaurantes. Sin embargo, detrás de estas tradiciones festivas puede esconderse una práctica que, aunque ilegal, algunos establecimientos aplican sin informar a sus clientes: el cobro de suplementos adicionales por realizar reservas o por conceptos que deberían estar incluidos en el precio final.
Según las autoridades de consumo, los restaurantes pueden solicitar un adelanto para garantizar las reservas, pero este debe ser deducido del importe total de la factura. Cobrar un extra por el cubierto o el servicio no solo es inapropiado, sino ilegal, ya que estas partidas deben formar parte del coste del menú o plato elegido.
Otro aspecto importante que los consumidores deben vigilar es la transparencia en los precios de los productos y servicios. Las cartas, ya sean físicas o visibles en murales del establecimiento, deben incluir toda la información necesaria para que el cliente pueda conocer el coste de su comida o bebida antes de realizar el pedido. Aunque el uso de códigos QR es aceptado como complemento, no puede ser la única forma de acceder a la carta, garantizando así que ningún cliente se vea excluido por falta de acceso a la tecnología.
Además, si el restaurante decide cobrar por productos como pan, picos o cualquier otro servicio adicional, está obligado a comunicarlo claramente antes de que el cliente lo solicite. De lo contrario, el consumidor puede negarse a pagar esos conceptos.
Por último, las facturas deben desglosar todos los importes, reflejando los productos consumidos y el IVA. Si el establecimiento tiene precios diferenciados por consumir en terraza o en el interior, esta información también debe ser proporcionada con antelación, evitando sorpresas en el momento de pagar.
