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Andalucía

Un colirio capaz de reducir el avance de miopía en la infancia

Para obtener un diagnóstico y tratamiento temprano de este defecto refractivo se recomienda visitar al oftalmólogo una vez al año

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  • Un colirio capaz de frenar el avance de miopía en la infancia. -

Para obtener un diagnóstico y tratamiento temprano de este defecto refractivo se recomienda visitar al oftalmólogo una vez al año, entre los 3 y 10 años, y cada dos años, entre los 11 a 16 años. 

La  Dra. María Santiago Varela, especialista en oftalmología pediátrica en Miranza Instituto Gómez-Ulla, destaca la importancia de diagnosticar y tratar a los niños con miopía para retrasar o evitar la progresión de este problema de visión, prevenir complicaciones que puedan estar asociadas a una alta miopía y mejorar la calidad de visión en la población infantil.

Aunque la miopía infantil todavía carece de cura, actualmente es posible detener su desarrollo a través de varios tratamientos que han demostrado ser eficaces durante la niñez.

Un colirio es capaz de frenar la miopía

El uso de bajas concentraciones de atropina puede ralentizar el alongamiento del globo ocular que provoca este problema de la vista, frenando su desarrollo. La opción terapéutica más extendida está basada en bajas concentraciones de colirio de atropina para ralentizar el alongamiento del globo ocular, que es lo que provoca este problema de visión. 

La miopía afecta a la agudeza visual lejana provocando una vista borrosa de los objetos distantes. Además, este problema refractivo puede conllevar una alteración de las estructuras oculares y un mayor riesgo de complicaciones, como problemas de retina, catarata y glaucoma en los casos que la miopía supera las 6 dioptrías y se convierte en miopía magna. 

En cuanto al tratamiento con el colirio de atropina, la especialista explica que “este abordaje consiste en la aplicación de una gota todas las noches al acostarse, durante un largo periodo de tiempo, incluso durante años, con el objetivo de disminuir la velocidad de progresión de la miopía”.

El diagnóstico temprano, clave en la prevención

Hasta no hace mucho, la única solución disponible para este defecto refractivo era la prescripción de gafas para conseguir una buena agudeza visual. Es de crucial importancia contar con alternativas que permitan a los oftalmólogos controlar el crecimiento acelerado del ojo durante la infancia, una etapa en la que se lleva a cabo el desarrollo visual, que finaliza entre los 8 y 10 años.

Actualmente existen diversos tratamientos que ayudan a controlar este defecto refractivo, como el uso de lentes oftálmicas (DIMS o HAL), lentes de contacto multifocales blandas o el tratamiento farmacológico con colirio de atropina. Según señala la especialista, “el colirio de atropina es la solución más afectiva, utilizado en nuestro medio; para frenar este problema de visión, consiguiendo que la miopía evolucione más lento en un ojo que crece rápido o ya tiene mucha miopía”.

Por ello, la Dra. Santiago Varela advierte que “el diagnóstico y la corrección temprana de la miopía ayuda al correcto desarrollo del niño, e incluso mejora su rendimiento académico. Lo más recomendable es visitar al oftalmólogo una vez al año, entre los 3 y 10 años, y cada dos años, entre los 11 a 16 años. Además, resulta especialmente relevante en el caso de niños con padres que presentan defectos refractivos o estrabismo acudan a controles”.

Factores de riesgo

Cada vez más, los dispositivos electrónicos están presentes en nuestra sociedad y desde edades muy tempranas. El problema es que el ojo está hecho para ver a diferentes distancias, por lo que un abuso de visión cercana puede llevar a un sobreesfuerzo que, en edades tempranas, puede afectar al desarrollo normal del ojo.

Por eso, en los últimos años se ha establecido un vínculo entre el aumento de la miopía, especialmente en edades tempranas, y los nuevos hábitos de estilo de vida, entre los que destaca pasar más tiempo en espacios interiores realizando actividades relacionadas con dispositivos digitales o el uso prolongado de la visión de cerca. 

En contraposición, los niños pasan menos tiempo expuestos a la luz natural. En este sentido, la Dra. María Santiago Varela recalca la necesidad, cada vez más importante, “de fomentar las actividades al aire libre y hacer un mayor uso de la visión a larga distancia, para prevenir el desarrollo de la miopía”.

Asimismo, otro factor de riesgo para la miopía tiene que ver con la genética, lo que suele ser motivo de preocupación para muchas familias cuando hay, al menos, un padre miope.

En España, por ejemplo, casi el 20% de los niños entre 5 y 7 años es miope, una prevalencia que, según las estimaciones, podría ascender como en el resto de los países hasta el 30% en el año 2030. 

Miranza

Miranza es el grupo líder en centros de excelencia en salud ocular de España, perteneciente a la red paneuropea de centros de oftalmología veonet, presente en cinco países. 

Con altos estándares de calidad y protocolos homogéneos que dan cobertura nacional a pacientes locales y extranjeros, Miranza cuenta con más de 1.000 profesionales y 36 centros, entre clínicas y centros de consultas, repartidos por gran parte de la geografía española y Andorra.

El foco principal de actividad de Miranza se centra en la cirugía de media y alta complejidad, así como en la investigación, prevención y tratamiento de patologías oftalmológicas con las tecnologías más avanzadas. 

El Clinical Leaders Forum (CLF) es el órgano colegiado de dirección del grupo, un modelo único en la oftalmología en España, formado por profesionales de reconocido prestigio nacional e internacional, que velan por la excelencia asistencial y el liderazgo en innovación e investigación oftalmológica.

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