San Fernando, como la mayoría de las localidades de la provincia de Cádiz en alerta naranja (hasta las 18.00 horas de este jueves) y con clases suspendidas, ha ofrecido a lo largo de la mañana una imagen de calles vacías y poca circulación de vehículos que recordaban a los tiempos del confinamiento por la pandemia hace casi un lustro. Un déjá vu condicionado por la interrupción de la actividad lectiva en los centros de enseñanza como medida preventiva ante la previsión de intensas lluvias por el paso de la nueva DANA.
Si bien el Ayuntamiento se había preparado a consciencia conforme al protocolo de emergencias ante inundaciones, afortunadamente hasta el momento no se han producido incidencias destacables, tal y como confirmado la propia alcaldesa, Patricia Cavada. Unas circunstancias que no han impedido que el personal de la Policía Local, Protección Civil y Mantenimiento Urbano se movilizaran y salieran a la calle durante la madrugada, en concreto, a las cuatro de la mañana, dado que a las cinco era cuando se esperaba la mayor tromba de agua.
De hecho, como medida preventiva, se llegaron a cortar durante algún tiempo “puntos de comunicación” como la avenida Cornelio Balbo y la calle San Marcos, y personal de Hidralia, la concesionaria del servicio de alcantarillado, también estuvo desplazado en los puntos más importantes del casco urbano. Además, la Policía Local también permaneció desplegada en las zonas conflictivas. “Tenemos que agradecer a todos que estuvieran en funcionamiento a esas horas de la noche y su predisposición después de una tarde con todos los dispositivos activados para prevenir. No ha habido incidencias, nada relevante”, ha precisado la regidora isleña. Finalmente, se produjo media hora de lluvia intensa en forma de tormentas que descargó 14,6 litros por metro cuadrado. Un balance que se aleja radicalmente del que dejaron los últimos episodios del temporal en la jornada festival del 12 de octubre, en este caso, además, con un hándicap extra como fue la marea alta, y los pasados 30 y 31 de octubre, con el paso de la DANA que ha provocado más de 200 víctimas mortales en Valencia, además de numerosos destrozos.
Cavada también ha destacado el buen funcionamiento de la experiencia puesta en marcha en El Cerro, donde, a propuesta de los vecinos, en las jornadas del martes y el miércoles, se habilitaron balsas de agua para reducir el volumen de agua de las riadas que llegaban a los vecinos de La Almadraba. De forma paralela a las labores de prevención por el temporal, el Ayuntamiento sigue trabajando en su hoja de ruta para poner en marcha medidas a corto y largo plazo tras las lluvias torrenciales del pasado mes de octubre, unos fenómenos extremos que los expertos prevén que sean cada vez más habituales por el cambio climático.
De hecho, el pasado miércoles, como ha dicho, tras la segunda reunión del comité operativo municipal, en la que declararon la Fase de Emergencias en su nivel 0, el Ayuntamiento se reunió con representantes vecinales de las zonas más vulnerables -en la primera reunión técnica se identificaron hasta diez puntos prioritarias y más sensibles para poner en marcha actuaciones preferentes a corto plazo- para “reflexionar” sobre las medidas que están en estudio, de las que ya han puesto en marcha la habilitación de balsas, que ya ha dado sus primeros resultados favorables. “Trabajaremos con ellos para estar más preparados e intentar y poder responder de la mejor manera posible” en caso de lluvias intensas como las de las últimas semanas.