Más de 300 personas se han manifestado este miércoles en San Fernando para pedir justicia y recordar a Miguel Ángel González Gómez, el guardia civil isleño asesinado la fatídica noche del 9 de febrero tras ser embestido por una narcolancha en el puerto de Barbate. Un suceso que también le costó la vida a su compañero David Pérez, a quien la familia de Miguel Ángel, que convocaba y encabezaba la movilización, ha tenido muy presente en todo momento, al igual que al resto de agentes heridos que iban con ellos en la zódiac y que todavía se recuperan de las secuelas de esa tragedia.
No era una tarde apacible, pero ni la lluvia ni el viento han impedido que La Isla haya salido a la calle para acompañar y dar fuerzas a Paqui Gómez, la madre del agente isleño, y a todos los familiares, amigos y compañeros de la Guardia Civil y del equipo de balonmano en el que jugaba Miguel Ángel en Algeciras, donde residía. “Siempre en nuestro corazón, Miguel”, podía leerse en las camisetas que llevaban con una foto del joven y que se iban colocando a medida que iban llegando a la plaza de la Iglesia, de donde ha partido la protesta para recorrer los 400 metros de la calle Real que la separan del Ayuntamiento. "Dos héroes asesinados", rezaba en la tarjeta que esta Madre Coraje, acompañada de su inseparable hermana, repartían a los asistentes antes de dirigirse a la comitiva.
Los manifestantes han completado el trayecto al grito de “¡No fue accidente, fue asesinato!; ¡No fue accidente, los mandaron a la muerte!“¡Responsabilidades políticas ya, no nos vamos a callar!; “¡Por David, por Miguel que no vuelva a suceder!” y otras consignas en las que han pedido la dimisión de Malaska ante la falta de respuestas por la “orden mal dada” en el operativo, y que “todos los culpables, se pudran en la cárcel”.
Una vez en la plaza del Rey, la madre de Miguel, muy emocionada, ha hecho lectura de un manifiesto delante del Ayuntamiento isleño, el mismo día en el que se cumplen ocho meses de la noche en la que “unos asesinos acabaron con la vida de mi hijo Miguel Ángel y de David”. Desde entonces, tiene a su hijo en su pensamiento “cada minuto de cada día”, pero también ha pedido a sus paisanos que “no los olvidéis, porque recordarles es una manera de honrarles”.
La madre del guardia civil de San Fernando también ha exigido justicia “para los asesinados y su memoria y que “todos los culpables reciban su castigo”; "Nunca podremos recuperar a los que nos fueron arrebatados, sin justicia no podremos descansar. Sin justicia no podremos dejar de sufrir de esta manera. La pérdida de un hijo, de un compañero, de un amigo solo se puede empezar a aceptar si va acompañada de justicia, de una justicia completa y real”, ha dicho, agradeciendo por último todas las muestras de cariño y de ánimo que sigue recibiendo.
